Mientras la pirotecnia desde Palacio Nacional no cesa, a 31 días del fin del sexenio, hay quienes pisan el acelerador en la transición. Dos mujeres, cuya capacidad es reconocida por propios y extraños, con perfil técnico y lejos de grillas, parecen estar haciendo buena mancuerna: Luz Elena González, próxima secretaria de Energía, y Emilia Calleja, que encabezará la Comisión Federal de Electricidad a partir del 1 de octubre.
Ambas han comenzado a diseñar sus equipos de trabajo. Particularmente, en el caso de CFE, las dos han sostenido reuniones con funcionarios que quieren repetir en la Comisión el próximo sexenio. Solo ellas saben quiénes se mantendrán, a quiénes reacomodarán y quiénes llegarán desde fuera a fortalecer la institución, pero hay quienes entrados en la grilla desbordan optimismo y presumen posiciones que aún no obtienen.
Tres casos llaman la atención, por lo activos que están: Adrián Olvera Alvarado, Rubén Cuevas Plancarte y Luis Bravo Navarro.
El primero, Adrián Olvera, actual director de la Subsidiaria Generación 5, cuenta a quien quiera escucharlo que Calleja ya le ofreció la dirección de Operaciones y, asegura, desde ahí controlará CFE. Olvera no goza de la mejor reputación, hay en su contra señalamientos por acoso sexual. Es sabido en su círculo cercano que algunas mujeres que habrían sido violentadas renunciaron, por miedo.
Tiene un largo historial de polémicas, que incluye incidentes viales, como el de la carretera a Tula, Hidalgo, cuando tuvo un altercado físico con otro conductor, y pleitos en fiestas organizadas por él.
Sumado a eso, estaría su incompetencia: durante los más recientes apagones, en la temporada de más altas temperaturas, este año, varias plantas que estaban bajo su responsabilidad alimentaron el caos, pues no habría exigido a los productores independientes que pusieran en operación sus plantas.
El segundo, Cuevas, tiene señalamientos por grabar ilegalmente reuniones. También hay testimonios sobre cobros que realizaría a empresas para conseguir beneficios y reuniones, por ejemplo, con el actual titular de CFE. También hay distintas voces que lo señalan por misoginia. No juega a su favor, tampoco, haber tratado de bloquear a Calleja como directora de Generación 1. Él habría sido un factor que retrasó su designación, pues tenía otra favorita para el cargo.
Arrastra una serie de dudas por su negociación tan laxa con el sindicato de electricistas, SUTERM, al que otorgó insostenibles aumentos salariales, y la manera desmedida en que ha viajado y se habría hecho de propiedades.
Del tercero, Bravo, es sabido que despacha desde restaurantes y que poco se para en las oficinas. Preferiría la vida social al trabajo demandante que requiere un alto funcionario de CFE.
La selección del equipo que harán la secretaria de Energía y la titular de la comisión, será fundamental para su éxito. Si se apuesta por técnicos y especialistas honestos y capaces, CFE los tiene. Pero también hay malos funcionarios que han hecho mucho daño y podrán seguir haciéndolo. ¿De qué perfiles se rodearán? Lo veremos.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN
PAL