PORTAZO

Si se pasa de maduro; se pudre

Maduro es, para vergüenza de la inteligencia de ese país, un zafio. Un palurdo de poca monta. No es, a diferencia de los espadones latinoamericanos en el poder, un gorila. Nada más es un hombre burdo e inculto

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Admitamos para la política la eficacia de las palabras: cuando algo se pasa de madurez, viene la putrefacción.

Y eso le ha ocurrido al gobierno del más grande desastre en la historia de Venezuela. Nació sucio y se ha podrido.

Junto a  graves  circunstancias: expulsión de su juventud; represión de sus disidentes, burla de la democracia electoral, ruina económica de una política sin rumbo, Nicolás Maduro encuentra  derrota  interna y casi total repudio internacional.  

Solamente lo auxilian las naciones cuyo triunfo electoral habría significado una victoria de grupo. Hoy  hacen como si todo se pudiera remediar apelando al gobierno defraudador.

El enorme fraude del gobierno quiere ser paliado o disimulado de manera comedida (¿comediada?) por Brasil, México y Colombia, quienes le piden claridad electoral a un gobierno cuya mano ensució un proceso, negó la participación desterró a sus opositores y cubrió todo con la panfletaria oratoria cuya verbosidad nada resuelve, porque nada quiere entender, rejego a reconocer la derrota y cuya terquedad ya ha causado una veintena de muertos.

Pero esos no cuentan.

La cercanía del presidente de México con Nicolás Maduro, por no hablar  de Petro o Lula, es evidente. No podemos olvidar cómo fue el mejor tratado de los invitados a su toma de posesión, tanto como para abrirle el Palacio Nacional donde no pudiera escuchar las protestas en contra suya en el Congreso.

Maduro es, para vergüenza de la inteligencia de ese país, un zafio. Un palurdo de poca monta. No es, a diferencia de los espadones latinoamericanos en el poder, un gorila. Nada más es un hombre burdo e inculto. 

Hoy recuerdo a Teodoro Petkoff y sus advertencias cuando el chavismo ocupó los espacios de poder en Venezuela:

“...La participación electoral y la lucha por llenar y reconquistar espacios, es la mejor estrategia que puede adoptar la oposición. No existe mejor alternativa que la participación para frenar las ambiciones totalitarias de Chávez y aspirar a una transición pacífica de poder en las elecciones presidenciales del 2012…”

Pero no contaban ni entonces, ni ahora, con el fraude patriótico.

En el análisis de su obra, “Del chavismo como problema”, Petkoff dice también: 

“…la crisis que minaba el sistema venezolano en 1998 cuando Hugo Chávez gana las elecciones. En este marco demuestra que no tiene pertinencia el mito,“creado a posteriori por Hugo Chávez, para dotar de blasones de “nobleza revolucionaria” a su fallido intento golpista (1992) que le atribuye al neoliberalismo y al “Consenso de Washington” la crisis económica del país”.

Venezuela está pagando el precio de la continuidad de Chávez, quien le cedió el poder arrebatado por el cáncer a un hombre de insignificancia intelectual pero desmedida ambición. Ojo.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

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