ORBITANDO

Maduro, experto en fraude

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le sigue mostrando al mundo como se ha convertido en un maestro

OPINIÓN

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Israel López Gutiérrez / Orbitando / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, le sigue mostrando al mundo como se ha convertido en un maestro del fraude, la represión y el chantaje, pero al interior de su país la furia opositora y civil empañó su nueva mentira electoral, tomó las calles e hizo recordar la caída de otro dictador, el de Irak, Saddam Hussein.

Al menos tres estatuas del padre político del mandatario, Hugo Chávez, fueron derribadas ante el enojo por los resultados que dio a conocer el Consejo Nacional Electoral (CNE), otorgándole sin ningún empacho el triunfo a Maduro.

Sólo una encuestadora, progubernamental, le dio ventaja al dictador chavista. Las demás, todas apuntaban al candidato opositor, el exdiplomático Edmundo González Urrutia, un detalle marginal, en Venezuela están prohibidas las encuestas de salida, medida valiosa que permite hacer con los resultados lo que mejor convenga.

Después de que una buena cantidad de países, organismos internacionales y grupos políticos cuestionaran o rechazaran el triunfo de Maduro, el chavismo, encabezado por Jorge Rodríguez, Vladimir Padrino y Diosdado Cabello, puso en marcha el Plan B. 

Expulsaron a los diplomáticos de los primeros siete países que descalificaron el triunfo de Maduro; amenazaron con meter a prisión (hasta 30 años) a los opositores rijosos que “no saben perder” –es el caso de Freddy Superlano– y denunciaron un golpe de Estado auspiciado por el “imperialismo yanqui”, que dicho sea de paso es ¡un caldo muy viejo!

Secuestrar y encarcelar a los opositores no es nuevo, lo mismo hizo con los equipos y aliados de otros osados como Henrique Capriles, Leopoldo López y Juan Guaidó, los fue capturando uno por uno hasta que nos les quedó más que ceder ante la dictadura chavista.

El problema para el chavismo es que apagar el fuego político en su contra le sale cada vez más caro, con una condena internacional, una docena de protestantes muertos en solo 48 horas y casi mil detenidos y, lo peor, seguramente Estados Unidos volverá a congelar todas las cuentas y petróleo venezolano. 

Maduro se sigue aferrando al reconocimiento de los países amigos, como Bolivia, Honduras, China, Rusia, Irán, Cuba y Nicaragua, todos con calidad democrática probada, pero también están los que fingen no reconocerlo como México y Colombia. 

Estos últimos, junto con la Unión Europea, buscan una salida negociada, pero cómo se puede negociar lo innegociable, es probable que nunca se conozcan los resultados reales del 28 de julio, pero los venezolanos en las calles dicen otra cosa. 

Si Maduro obtuvo 51.2% de los votos, por qué hay tanta rabia en las calles, ¿por qué se pisotean las imágenes del mandatario y, peor aún, por qué se derriban las estatuas de Chávez?

Lo único seguro es que Maduro tiene la capacidad de saber esperar y reprimir, pero según él, tras 25 años de chavismo, ahora vienen los saltos cualitativos, este nuevo gobierno representa la florescencia de Venezuela o  –al menos– eso dijo en campaña.

Venezuela está a punto de ingresar a su propia Cuarta Transformación, la llegada de Chávez marcó esa ruta. Dos períodos más de cimentación del madurismo, con el éxodo de 8 millones de venezolanos, la destrucción de la industria petrolera y el desabasto de la canasta básica. ¡Lo mejor está por comenzar!

POR ISRAEL LÓPEZ GUTIÉRREZ

COLABORADOR

@PAPADEPONCHO

ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM

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