COLUMNA INVITADA

Mezquindad hacia la presidenta

Estos desdichados carecen de lo necesario al escatimar, al regatear el triunfo que legítimamente obtuvo la doctora Claudia Sheinbaum Pardo el pasado dos de junio en las urnas. Les guste o no, es la próxima presidenta de México

OPINIÓN

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Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

No cabe duda de que existen cada vez más personas en la oposición con una falta de generosidad y nobleza de espíritu, y sin quererlo con esta mezquindad se vuelven más pequeños de lo que ya son y, sobre todo, diminutos.

Estos desdichados carecen de lo necesario al escatimar, al regatear el triunfo que legítimamente obtuvo la doctora Claudia Sheinbaum Pardo el pasado dos de junio en las urnas. Les guste o no, es la próxima presidenta de México.

Hay quienes como la diputada panista América Rangel no le desean éxito a Claudia Sheinbaum, ya que, según ella, el hacerlo representaría acabar con la democracia y con la libertad del país. Que desdicha que se diga que es internacionalista una persona que no tiene capacidad de análisis y mucho menos de trabajo en equipo.

La ciega el rencor, la amargura, y eso hace que no piense, lo que deriva en que diga disparates. Claudia Sheinbaum es la primera mujer que llega a la presidencia de la Nación, y desde luego que hay que desearle el mayor de los éxitos, por el bien de México, por el bien de todos los mexicanos. 

No hay que escuchar este tipo de voces de trasnochados, egoístas sin dirección, sin rumbo. Parece increíble que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ponga el ejemplo a este tipo de personajes, al felicitar a la presidenta electa y al pueblo de México por un proceso histórico.

En un comunicado de la Embajada de Estados Unidos, le deseo éxito en su gestión, así como a quienes ha designado como parte de su gabinete.

Reafirmó el compromiso para seguir trabajando con México como socios, con respeto a las respectivas soberanías para avanzar en la prosperidad, el bienestar y la seguridad de ambas naciones. Ojalá y haga lo mismo esta oposición diminuta, sin liderazgos y con una nula o muy poca vergüenza.

Lo que tenemos que hacer hoy es trabajar mano a mano por el bien de México, las elecciones ya pasaron, las campañas políticas deben quedar atrás, hoy lo que sigue es sumar en beneficio de todos.

La presidenta de México se llama Claudia Sheinbaum, ganó por un margen muy elevado de votos, lo validó el Instituto Nacional Electoral quien organizó el proceso electoral, y lo calificó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

No se debe confundir estas voces con democracia, en esta se respeta la opinión de todos, se toma en cuenta la pluralidad, pero también se reconoce al ganador y se establece un diálogo para alcanzar objetivos comunes.

Esto tampoco significa que demos un cheque en blanco, la democracia debe garantizar un entorno que respete los derechos humanos y las libertades fundamentales en el que se ejerce la voluntad libremente expresada por las personas. Todo individuo puede pedir rendición de cuentas a quien tome las decisiones.

Una cosa muy diferente a estos valores incorporados en la Declaración Universal de Derechos Humanos es la mezquindad, la pobreza de espíritu y la mala entraña de todos aquellos que desean que no le vaya a bien a la próxima presidenta de México. No se dan cuenta debido a su ceguera mental que al irle mal a ella nos irá mal a todos.

Por el bien de nuestro país, por el bien de nuestros hijos, de nuestros nietos y de todo el pueblo de México, mucho éxito doctora Claudia Sheinbaum durante su gestión, en donde sin duda enfrentará grandes retos y desafíos que pondrán a prueba a la mujer, a la gobernante, y a quien prometió defender a México con su vida. 

POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO 

COLABORADOR 

EDUARDOMACG@ICLOUD.COM    

@EDUARDO84888581

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