TELECOM EN PERSPECTIVA

Desigualdad en Smartphones y Servicios Móviles

Aquellos en situaciones económicas más precarias aún realizan un esfuerzo presupuestal mayor que los más ricos, para acceder a la conectividad móvil

OPINIÓN

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Gonzalo Rojón / Telecom en Perspectiva / Opinión El Heraldo de México Créditos: El Heraldo de México

Los smartphones continúan mejorando con nuevas funcionalidades tecnológicas que, aunadas a la conectividad, favorecen el pleno aprovechamiento de derechos esenciales como la educación y la salud. Estos dispositivos también son una herramienta clave para incrementar la productividad laboral, además de ofrecer vías de comunicación y ayudar a la obtención de información rápida y accesible.

De acuerdo con datos de The Social Intelligence Unit (The SIU), para finales de 2023, aproximadamente 95 de cada 100 líneas móviles corresponden a un smartphone, una cifra que seis años atrás era de 88 de cada 100. A pesar de la prevalencia de smartphones, las familias se enfrentan a retos económicos variados basados en sus ingresos para obtener estos dispositivos esenciales. Como ejemplo, The SIU señala que 4 de cada 10 usuarios optan por planes de financiamiento para poseer un teléfono móvil.

Según datos extraídos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) en el año 2022, los hogares destinaron un gasto promedio trimestral de $3,136 pesos en servicios y teléfonos móviles, es decir en comunicación móvil. No obstante, este indicador revela variaciones significativas en función de los ingresos de los hogares. 

Aquellos pertenecientes al 10% más rico (decil X) gastan más del doble en equipos y servicios de comunicación móvil en comparación con los hogares del decil anterior (decil IX) y siete veces más recursos respecto al 10% de los hogares mexicanos con menores recursos.

Esta disparidad provoca que las familias con mayores recursos adquieran dispositivos inteligentes más avanzados y disfruten de una conectividad superior, lo que amplía la brecha digital y refuerza las desigualdades en el acceso a derechos fundamentales, herramientas y aplicaciones digitales.

En este sentido, a pesar de la diversidad de dispositivos ofrecida en términos de precio y de las mejoras en los ingresos de los hogares en los últimos años, aquellos en situaciones económicas más precarias aún realizan un esfuerzo presupuestal significativo, considerablemente mayor que el de los hogares más ricos, para acceder a los beneficios de la conectividad móvil.

Durante el 2022, se observó una tendencia positiva en los ingresos familiares que condujo a una disminución promedio en la fracción de gastos destinados a la adquisición de teléfonos y la contratación de servicios móviles, pasando en promedio, de un 7.2% a un 5.3% en relación con sus ingresos habituales durante el periodo de 2020 a 2022. 

No obstante, aún con este avance, las familias dentro del decil de menores ingresos asignaron, de manera trimestral, $10.2 de cada $100 de su ingreso regular en smartphones y servicios asociados, en contraste con las familias del decil de mayores ingresos que asignaron tan solo $4.7 de cada $100 para estos mismos fines, es decir, un 54% menos.

Es importante dirigir esfuerzos y políticas públicas que ayuden a reducir esta brecha de acceso a la tecnología pues este hecho terminará por perpetuar la desigualdad económica del país al limitar el acceso digital de posibilidades de emprendimiento, educación, trabajo a los hogares con menores recursos.

POR GONZALO ROJÓN  

COLABORADOR  

@GROJONG

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