Hay momentos que parece que todas las tragedias y circunstancias adversas caen sobre un mismo estado. Así le está pasando al de Sinaloa. Al gobernador Rubén Rocha Moya le está lloviendo sobre mojado.
En medio del gran escándalo por el asesinato de Héctor Melesio Cuén; el uso de un jet ejecutivo para irse (en días laborables) a Los Ángeles; la detención de Ismael el Mayo Zambada; una carta que pone a temblar a todos (porque se habla de una reunión entre capos y autoridades); la renuncia de la fiscal, Sara Quiñonez; ahora su Secretario de Finanzas ya fue denunciado ante la Fiscalía General de la República por usurpación de profesión.
Joaquín Alberto Landeros Güicho no tienen título profesional, ni cédula, pero ha firmado múltiples documentos oficiales ostentándose como arquitecto. Tiene la carrera trunca y debe seis materias.
¿Usted iría con un médico patito, para someterse a una cirugía? ¿Compraría un departamento en un edificio con los cimientos calculados por un ingeniero fake? ¿Manejaría sobre un puente que autorizó un Secretario de Obras Públicas, que no tienen ni la licenciatura terminada? Pues Landeros Güicho tuvo ese puesto en el Gabinete de Rocha Moya.
El Código Penal Federal establece en su artículo 250 que la usurpación de profesión se sancionará hasta con 6 años de prisión. ¿Por qué lo tolerará el muy emproblemado gobernador?
Landeros llegó al equipo del primer mandatario recomendado por su gran amiga Imelda Castro. ¿Y sabe por qué? Porque el que se dice arquitecto le amplió su casa a la nacida en Agua Caliente de Cebada.
El “Güicho” es un hombre de mucha confianza del liado gobernador, que hasta fungió como ayudante de asuntos muy privados de Rocha, en la campaña del 2018, cuando buscaban un escaño en la Cámara Alta. Ya en el gobierno en 2021, fue elevado a Secretario Ejecutivo de Proyectos Especiales del Gobierno, es decir, la mano derecha del primer mandatario.
Apenas este mes lo elevaron al más codiciado puesto: firmar en la chequera, en medio de la pugna con el apenas corrido, Enrique Díaz Vega. Y lo sucedió en la Secretaría de Obras, Raúl Francisco Montero Zamudio, quien se dice en un incondicional de Landeros.
Le llueve sobre mojado a Rocha Moya, pero le lloverá más por no quitarse de encima a “El Güicho” porque será revisado por la Auditoria Superior de la Federación.
COLOFÓN.-
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POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
@GUSTAVORENTERIA
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