COLUMNA INVITADA

El último dique

Se cerrará pronto la pinza que la 4T necesita para mantener el poder de forma indefinida; apoyo popular mayoritario y un marco jurídico a su favor

OPINIÓN

·
Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Heraldo de México

La 4T es el proyecto político más redituable de los últimos años, desde su participación en la elección presidencial de 2018, cambiaron la forma de hacer política y la mentalidad de muchos mexicanos. En un periodo de 6 años, lograron desmontar gran parte de las estructuras tradicionales de participación política y restablecieron la concentración del poder absoluto en el Presidente de la República y en su partido; como en las mejores épocas del priismo, son ellos quienes dan y reparten.

Pero a diferencia de los años dorados del PRI, cuando era necesario que el poder presidencial coexistiera con otros actores que le ayudaban a mantener el control, la 4T apuesta por la extinción de estos equilibrios. En su lista de adversarios a vencer, los motivos son lo menos importante, cualquier contrapeso a su poder es inadmisible y debe ser tratado como tal; los medios de comunicación, los partidos opositores, los órganos autónomos y el poder judicial, son los ejemplos más relevantes.

Los primeros en sentir el rigor de esta nueva forma de hacer política fueron los medios de comunicación, que como consecuencia de su denostación constante desde palacio nacional, han sufrido una merma significativa en su credibilidad. Paulatinamente, los medios tradicionales están siendo sustituidos por militantes activos del oficialismo que desempeñan sus actividades bajo el escudo de la independencia, es un nuevo esquema de propaganda gubernamental cuya efectividad es sorprendente.

Los partidos opositores solo necesitaron un pequeño empujón para ser las víctimas de sus propias circunstancias, en 6 años han sido incapaces de entender la nueva realidad del país y a su adversario, preocupados en mantener su coto de poder, en 2024 perdieron la mayoría de su fuerza. La desorganización y su escaso poder de convocatoria son evidentes, no tienen un liderazgo ni un proyecto común que los unifique, navegan a la deriva sin darse cuenta que el tsunami todavía no los ha golpeado con todo su poder.

Los órganos autónomos previstos en la constitución, se crearon con la finalidad de establecer mecanismos para supervisar y limitar las funciones del poder ejecutivo, en esencia, buscaban una mayor transparencia en el ejercicio del poder. Desde el comienzo de la 4T, existe una andanada que busca su desaparición, lo cual será una realidad cuando el paquete de reformas presidenciales sea aprobado por la mayoría oficialista en el Congreso de la Unión que inicia en septiembre.

El poder judicial parece ser el único adversario que la 4T no ha podido doblegar hasta el momento, el cual, dicho sea de paso, se encuentra bajo el asedio constante de una propuesta de reforma que no se acaba de entender. Conocedores del descrédito, merecido e inmerecido que este poder del estado mexicano carga a cuestas, la 4T creó las condiciones necesarias para asestarle un golpe final; lo modificaran de la manera en que mejor les plazca, tienen la mayoría legislativa y la usarán en su conveniencia.

Con la aprobación de dicha reforma, se cerrara la pinza que la 4T necesita para mantener el poder de forma indefinida, tendrán todo para lograr sus objetivos a largo plazo; apoyo popular mayoritario, adversarios débiles y divididos, un marco jurídico a su favor y la inexistencia fáctica del equilibrio de poderes.

La mayoría de los actuales miembros del poder judicial, parecen estar en la idea de dar la batalla por su supervivencia, así lo demuestra su intención de convocar a un paro de laborales durante las siguientes semanas, cuánto aguantarán y si sus esfuerzos rendirán algún fruto a su favor, todavía está por verse.

El último dique de contención al inmenso poder de la 4T corre el riesgo de romperse. Los efectos y el futuro son inciertos, solo nos queda esperar.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR

COLABORADOR

@HSERRANOAZAMAR

EEZ