La semana pasada comentamos que el priismo verdadero esta arraigado en la cultura política de México y en la capacidad para reinventarse y construir un nuevo concepto para conducir a México en el siglo XXI.
Por eso, el ejercicio de reflexión del día de hoy tiene que ver con un tema que ha señalado Manlio Fabio Beltrones, y tiene razón. En el sentido de que actualmente existen más priistas fuera del pequeñísimo grupo que respalda a Alito.
La evidencia está en los ridículos 440 votos que obtuvo, seguramente a cambio de alguna componenda o posición en la nómina. Con los que Alejandro Moreno Cárdenas presume haber ganado un proceso simulado y tramposo de reelección organizado a modo por él mismo, con la intención de mantenerse hasta por 8 años más al frente de la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Habrá que ver, en el supuesto de que se quede al frente del PRI, como le va a hacer para atender las ambiciones de quienes le acompañan. Ya que de acuerdo a la iniciativa del Plan C, las posiciones plurinominales desaparecerán para el 2027.
Por otra parte, como lo he venido comentando en este mismo espacio, el priismo real, no está únicamente concentrado en el edificio ubicado en Insurgentes Norte. Sino que está arraigado en la cultura política de México, y se encuentra a lo largo y ancho de toda la República Mexicana.
En nuestro país actualmente debe haber más de 10 millones de priistas, que de ninguna manera como lo hace Morena con los siervos de la nación, son pastoreados y alimentados como ovejas, ante la ausencia de propuestas y entendimiento de la sociedad.
Pero tampoco coinciden con una Dirigencia Nacional que comenzó con fraudes, que secuestró para sus intereses personales al partido y que ha generado un profundo debilitamiento y fragmentación de sus estructuras en una artera violación a los principios de la Revolución Mexicana que dieron origen al PRI.
Sin embargo, ante la crisis del Sistema de Partidos, ese priismo verdadero está obligado a reinventarse y construir un nuevo concepto. Debe hoy más que nunca, tener la capacidad para organizarse y representar a la mayoría de los 100 millones de electores. Empezando con convocar a aquéllos priistas que se han ido por culpa del autoritarismo y las traiciones de Alito. Para participar junto con los mas de 10 millones de priistas existentes, en la construcción del partido antireeleccionista, democrático, moderno y ampliamente participativo del siglo XXI, que la sociedad mexicana esta demandando.
El PRI no debe conformarse, ni ser reducido a una franquicia electoral y el negocio de unos cuantos. Como ahora están funcionando todos los partidos que tienen dueño, y que son los responsables de provocar la crisis del sistema partidista.
Porque el PRI tiene responsabilidades históricas heredadas de la Revolución Mexicana, que 100 años después, aún no ha terminado de cumplir, y que deben seguir formando parte de su aspiración como partido y como movimiento de la sociedad.
Tienen que resolver los asuntos de desigualdad y de pobreza que siguen pendientes. También, tienen que resolver la transformación de la Educación, del Sistema de Salud, y temas actuales como el Medio Ambiente, los asuntos que tienen que ver con los distintos segmentos de las Mujeres, de los Jóvenes, el Desarrollo Regional, la Energía, y la integración a la globalización, entre otros.
Que son mucho más de los que considera todos los días en su Mañanera Andrés Manuel López Obrador. Porque esos, son temas que verdaderamente tienen ver con una sustentación histórica que debe abordarse con responsabilidad y seriedad, y de ninguna manera solo deben tratarse como una estrategia propagandística electoral.
Porque además de estos planteamientos, el PRI como partido político, tiene la responsabilidad de representar a los segmentos mayoritarios de la población, que el día de hoy ya no son los grupos en pobreza extrema. Sino las clases medias. Medias bajas, medias medias y medias altas. Producto del ejercicio político que impulsó el PRI hasta el año 2000, y que los gobiernos posteriores del PAN y de Morena no han resuelto. Se han limitado a entregar únicamente paliativos.
Hay que conducir a la sociedad con liderazgos, programas, proyectos y acciones específicas en un mundo digital e interactivo. En un modelo de democracia en tiempo real. Como nunca ha existido en la historia de la humanidad,
De esta manera podemos observar, que desde el punto de vista propagandístico de Andrés Manuel López Obrador, resulta limitado y ocioso recurrir a personajes de la historia para explicar lo que evidentemente nunca imaginaron ni pasó por la mente de José María Morelos, Don Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Francisco I. Madero. Ya que hasta principios del siglo pasado, México estaba conformado por una sociedad en su gran mayoría aislada e incomunicada, y con patrones tecnológicos incipientes. Por lo tanto, era imposible que pudieran visualizar la complejidad del mundo digitalizado de hoy.
Por ello los priistas deben motivar a los ciudadanos a participar en lo político, incluyendo lo electoral. En lo económico, para juntos crear y compartir las formas de valor, y en lo social, para construir los modelos democráticos participativos que permitan la elevación de la Educación, de la Salud, de la Cultura, y en el mejoramiento en general del Medio Ambiente.
Con esto me refiero a acciones concretas, de ninguna manera estoy hablando de ideologías. Porque ya hemos visto como las izquierdas disfrazan de ideología el apoyo a la dictadura de Fidel Castro, de Nicolás Maduro y de Daniel Ortega, por ejemplo. Afortunadamente, dentro de unas semanas ya por fin se nos va el personaje que apuntaba a ser el dictador mexicano.
Pero, considerando el mundo de hoy vale la pena preguntarnos: ¿como tiene que ser el PRI del siglo XXI?
Yo les diría, que debe ser un partido que recoja las grandes causas que mantiene vivas las expectativas de la Revolución Méxicana, y ahí difiero con lo que afirmaban los itamitas. Que la Revolución Méxicana era un proyecto obsoleto y anacrónico. Cuando para efectos de la cultura nacional, la Revolución sigue siendo un gran referente.
Un partido que en sus planteamientos básicos reconozca esas grandes aspiraciones, combinadas hoy con las necesidades y aspiraciones especificas de cada uno de los 100 millones de ciudadanos. Y que en términos de su organización necesita convertirse en un partido digital que este al día con todas las capacidades derivadas de las innovaciones tecnológicas, desde el manejo de los datos, la conectividad, hasta la Inteligencia Artificial, para ponerlos al servicio y al alcance de los ciudadanos.
Debe ser un partido al que te puedas conectar y registrar en línea, al que te integres a causas y construyas redes en línea, donde puedas colaborar, capacitarte y construir comunidades de desarrollo, también en línea. En resumen, un partido donde la democracia en línea trascienda el simple ejercicio del voto cada tres o seis años.
Porque al incorporarte, registrarte y expresar tus capacidades y expectativas en forma digital, estarás en posibilidad de formar parte de comunidades de desarrollo compartido, con información que permita el aprovechamiento de la incorporación en la sociedad. Partiendo de la idea de que nadie puede resolver todo solo. Porque se resuelve en comunidad, se construye en comunidad y el partido debe ser un gran constructor de valores entendidos como principios, y de valores entendidos como beneficios y servicios.
Un partido que a sus cuadros, militantes, simpatizantes y a la sociedad en general como entidad pública, que lo es. Les proporcione elementos que justifiquen en términos de resultados la afiliación de la propia sociedad, enviándole conocimientos y capacidades políticas y de ejercicio de poder que ningún otro tipo de organización podría darles.
Porque el resto de las modalidades de organización de la sociedad no cuentan con el alcance que representa el potencial del ejercicio de un partido político en el poder Legislativo, en el poder Ejecutivo y ahora también en el poder Judicial.
La refundación del priismo debe ser entonces un modelo que vincule las aspiraciones de la revolución, las necesidades y las causas especificas de los individuos en su metro cuadrado de realidad, las capacidades tecnológicas del mundo de hoy y la participación intensa de la sociedad conducida por el propio partido.
La pregunta es: ¿Tenemos los líderes para eso?
¡La respuesta es No! Porque en realidad no los tenemos. Lo que tenemos actualmente son un puñado de oportunistas, demagogos y grillos de cuarta. Sin embargo el día de hoy, la sociedad no cuenta en realidad con ningún tipo de liderazgo.
Esta es una gran área de oportunidad para los priistas de verdad. Que de ninguna manera podríamos considerar en este nivel al PRI de Alito.
Por supuesto que me estoy refiriendo al priismo refundado.
Y no es pregunta.
POR MARTHA GUTIÉRREZ
Vocal del Consejo Directivo Del Instituto de Política y Gobernanza, A. C.
@MarthaGtz
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