Dice el dicho: “Para los extraños, la fianza; para los de la casa, la confianza.” Un mantra que debería formar parte de los estatutos del movimiento de la llamada 4T. A una semana “El Mayo” Zambada salpicó al gobernador morenista de Sinaloa, Rubén Mocha, y del intento de detención del exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, en la Ciudad de México, los guindas han cerrado filas para defender a los suyos
No importa los señalamientos de nexos con el crimen organizado, las acusaciones de orden de aprehensión y los desvíos millonarios, mientras se disciplinen y sigan la liturgia establecida por el presidente López Obrador sobre el perdón a todos sus pecados, cualquier político es redimido y defendido por toda la maquinaria estatal. Para muestra, el caso de Javier Corral.
En 2020, el ahora senador electo por Morena y en ese entonces gobernador panista de Chihuahua, se enfrentó al presidente por el uso del agua de la presa La Boquilla, pues se dijo que él estaba detrás de los manifestantes que se enfrentaron a la Guardia Nacional.
En aquel lejano 2020, Corral decía del Presidente: “Quiere sometidos a los gobernadores o humillados y, con nosotros, se va a topar en pared; a otros los podrá intimidar, a otros los podrá asustar, quizás porque tienen faltas vulnerables (…)”, pero las vueltas que da la vida, y víctima de sus palabras, ahora, además de formar parte del séquito más íntimo en torno a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, Corral ya ha sido beneficiado por la mano redentora del lopezobradorismo.
El pasado miércoles, agentes de la Fiscalía de Chihuahua trataron de detenerlo en un restaurante de la colonia Roma en la Ciudad de México, por el presunto delito de desvío de recursos por 98.6 millones de pesos, cuando gobernó Chihuahua. Ulises Lara, el encargado de la Fiscalía capitalina, llegó al lugar acompañado por decenas de elementos de seguridad e impidió la detención, que calificó de ilegal y se lo llevó en su propia camioneta
Ahora llaman a esto una persecución por parte María Eugenia Campos Galván, actual gobernadora de Chihuahua, lo que contrasta con la “colaboración” que la Fiscalía de la Ciudad de México ha tenido con estados gobernados por Morena, por ejemplo, para detener al Fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, o para la detención de la jueza Angélica Sánchez en Veracruz.
También, esta semana se dio la orden de proteger al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, luego de los señalamientos en la carta de “El Mayo”. Desplegados, declaraciones, cero cuestionamientos. Nada que lo pueda afectar, todavía más, a alguien que ha dado muy pocas explicaciones. Cosas muy diferentes a lo que hacían el poco tiempo que Morena fue oposición.
La justicia en tiempos de la 4T, es simple: para los criados del cura, no hay infierno, y para muestra, Rubén Rocha, Javier Corral y los demás que se sumen a la lista.
POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ
COLABORADOR
@CARLOSZUP
MAAZ