Elon Musk es un genio. En tecnología, en inteligencia artificial, en coches, en cohetes espaciales… Pero al parecer no lo es ni en comunicación ni en política. Guardando tiempo y distancia, recuerda a Henry Ford, uno de los genios de la industria automotriz, pero un total ignorante en cuestiones políticas.
El fundador de Ford Motor Company y padre de la producción industrial en cadena, quien logró la disminución de precios del automóvil y su posterior masificación, era un fanático antisemita. Apoyó a Adolf Hitler y fue inspiración para él, pues escribió el libro “El judío universal: el mayor problema mundial”. Texto en el que se inspiró Adolf para “Mein Kampf”. La “solución final” del nazismo significó más de 40 millones de vidas humanas cercenadas. Seis millones de judíos muertos producto de la locura del personaje.
Muchos años después, Musk muestra que los genios creadores en ocasiones carecen de inteligencia emocional o de empatía hacia una buena parte de la población. Quienes escucharon el intercambio de adulaciones y mentiras entre Donald Trump y Musk, el lunes, deben aceptar que “los otros datos” también son socorridos por otros populistas. Multimillonarios, pero populistas.
Dos horas donde dos narcisos intentan obtener aún más poder y para ello poco importan las falsedades que digan o, bien, los ataques misóginos que lancen contra Kamala Harris. ¡Y aprovechan las redes sociales para hacerlo! Trump no pudo evitar decir que ella (Kamala) “no es lista, no es una persona inteligente, ¿si sabes lo que digo?, ¿a lo que me refiero?”.
Eso sí, tuvo todos los elogios para Elon Musk. ¿Será que tiene más millones que el originario de Queens? ¿O qué tiene más facilidad para los negocios que él? O tal vez porque Musk le permitió retornar a Twitter a esparcir mentiras y a denigrar a sus rivales. Quizá porque Musk aún no suelta los 45 millones de dólares semanales que prometió para la campaña del “candidato naranja”, por lo que el republicano intenta convencerlo de que los done.
Evidentemente, ninguno de los dos es “hermanito de la caridad” y nada hacen desinteresadamente. Pero lo preocupante es que Elon Musk coincide con Trump en su burla de que Estados Unidos dejará de ser un país si no protege su frontera sur. ¿Será por eso que desistió de la fábrica de Tesla en Nuevo León?, ¿en qué momento se acabó “su amor” por México? Tal vez nunca lo tuvo…
¿Este tipo de cabilderos son más respetables que los narcos? Si consideramos que sí, ¿por qué?
¿Cuál es la diferencia con los delincuentes que se reparten el control del territorio nacional? La plática que sostuvieron fue de negocios, de hablar de los espacios y los mecanismos que se requieren para ello. No pensaban en el gobierno, menos aún en la población de los Estados Unidos.
Presenciamos a un empresario aparentemente liberal y progresista asociado a lo más radical, conservador y retrógrada de la Unión Americana. En realidad, el intercambio entre un empresario conservador disfrazado de progresista y un libertino —que no liberal— disfrazado de conservador.
Trump le ofreció a Musk que, de llegar a la presidencia, podría trabajar con él como auditor; para despedir trabajadores del gobierno, especialmente los que piden mejores condiciones laborales… Nada más recordemos la cantidad de personas que el dueño de Twitter (ahora X) despidió…
Musk está ensayando ser el publicista de Trump; prueba ver si le gusta… Dos horas dedicaron a mostrar que el populismo también puede darse en Estados Unidos, no importa si es de izquierdas o de derechas. A reafirmarnos cuál es el tamaño del peligro si gana Trump la presidencia de ese país.
Tres en Raya
Ya no sé quién está peor, si Nicolás Maduro culpando a X de haber intentado hacer un ciberataque a la elección de Venezuela o Elon Musk, ni más ni menos que dueño de esa red social, diciendo que el retraso en la transmisión de la entrevista a Trump se debió… a un ciberataque de los opositores…
El rey de la tecnología, teniendo a los mejores informáticos a su servicio, usando el mismo pretexto estúpido que el líder venezolano. Los dos lados opuestos de una muy corroída moneda.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
COLABORADORA
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
MAAZ