RUMBO POLÍTICO

El “Boicot” de Norma Piña

Usó a los trabajadores de la SCJN para entorpecer la realización de los Diálogos Nacionales sobre las Reformas Constitucionales al Poder Judicial

OPINIÓN

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Arturo Ávila Anaya / Rumbo político / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La palabra es “boicot”. Así se resume lo que está perpetrando la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, quien usó a los trabajadores de dicha institución para entorpecer la realización de los Diálogos Nacionales sobre las Reformas Constitucionales al Poder Judicial.  

La ministra qué sabe, que su respaldo popular es nulo, y que difícilmente podrá ser elegida ministra nuevamente; por eso ha optado por destruir, obstruir y manipular. 

No hay otra manera de decirlo; porque ningún trabajador tendrá afectación alguna en sus derechos laborales creados, el proyecto de dictamen es claro; lo que sí se verá afectado serán los privilegios y excesos de los ministros; que deben de entender que la esencia de esta reforma se basa en el artículo 39 constitucional que dice a la letra: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público emana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.  La carta magna es clara, el pasado 2 de julio el pueblo se manifestó de forma determinante a un proyecto político que ofreció Morena y sus aliados fue muy clara, sin engaños, y repetido en cada uno de los miles de eventos de campaña en donde uno de los principales reclamos del pueblo era reformar al poder judicial. 

El debate sin duda es sano, pero la decisión está tomada; el pueblo también le entregó a Morena una victoria contundente de 251 escaños en el Congreso de 300; es decir 86 por ciento, sin contar que los plurinominales. Que en esta ocasión darán representación a la oposición porque sin ellos simplemente ya no existirían. 

Así, Piña optó por pasar a la historia como la ministra que se aferró a los privilegios; que le quitó la venda a la balanza para reunirse con Alito Moreno o para presionar a los magistrados para tomar decisiones en un sentido u otro o simplemente para desafiar a la figura presidencial, jugando papel de oposición. La confrontación es abierta y clara, pero Norma nuevamente soslaya el mandato constitucional del 39 y con ello muestra su desprecio al pueblo. A ese que tanto miedo le tiene de ser votada. 

Ha habido muchas protestas orquestadas desde la avenida Pino Suárez número 2, por ejemplo, el pasado 9 de julio, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) protestaron en Chiapas en contra de esta iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, al considerar que con ella se afectarán la carrera judicial y sus derechos laborales.  

El 12 de julio, unos 250 integrantes del PJF se manifestaron en contra de la reforma, a las afueras del Palacio de Justicia de San Lázaro, donde la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Juzgados de Distrito advirtió que, de aprobarse la reforma al Poder Judicial, responderán con impugnaciones en tribunales nacionales e internacionales.  

En muchas ciudades y localidades donde se realizan los foros mencionados, empleados de la SCJN —movidos por intereses particulares o impulsados por Norma Piña— han protestado en contra de la Reforma Judicial, sin saber que esta incluso los beneficiará.  

La propia presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha expresado que “la reforma judicial no implica de ninguna manera afectar los derechos laborales de los trabajadores del Poder Judicial.

Por esta razón, de manera directa, Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado de la República, y próximo presidente de la Jucopo en San Lázaro, ha señalado directamente a Norma Piña, como responsable del desorden del Octavo Foro sobre la Reforma al Poder Judicial, realizado en Saltillo, Coahuila.   

El foro en dicha ciudad no pudo concluir como en otras ciudades debido a estas protestas que estallaron durante las exposiciones. Monreal denunció que la ausencia de medidas de seguridad adecuadas para proteger a los legisladores y a los participantes del foro exacerbó la situación, dejando a todos expuestos a un ambiente de gritos y violencia. Este incidente ha incrementado la tensión entre el Senado y la SCJN en un momento clave para la aprobación de la reforma.  

Y es que Ricardo no se equivoca al acusar a Norma Pina quien incluso ha llevado al extremo de facilitar las protestas al permitir que los trabajadores judiciales participaran en la manifestación sin temor a represalias laborales, al no descontarles el día de trabajo. 

Esta acción refleja un esfuerzo de "radicalización" o desesperación por parte de la ministra para frenar tratar de frenar reforma o al menos encontrar interlocutor que le de alguna salida digna; vaya usted a saber cómo deja la SCJN. 

Pina se vuelve a equivocar y manda una provocación directa hacia los ponentes y legisladores que buscan promover la reforma judicial.  

La responsabilidad señalada por Monreal hacia la ministra Piña marca un nuevo capítulo entre los que buscan que permanezca el status quo. 

Este episodio será recordado como un momento decisivo e histórico en la lucha por el control y la dirección del sistema judicial en México.   

Mientas que a algunas y algunos les espera el reconocimiento de la historia, otras u otros tienen ya un lugar seguro en el basurero de la historia, y eso si acaso se les recuerda.

POR ARTURO ÁVILA ANAYA 

ANALISTA POLÍTICO, EXPERTO EN SEGURIDAD NACIONAL HARVARD 

@ARTUROAVILA_MX 

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