MALOS MODOS

La 4T se echa unas cubas

Vean nomás! ¡Hasta la súper abogada vino hoy! Pensé que ya solo ibas a los restaurantes de Las Lomas

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

–¡Vean nomás! ¡Hasta la súper abogada vino hoy! Pensé que ya solo ibas a los restaurantes de Las Lomas con tus colegas entogados. ¿Qué te tomas, mi Humánitas?

–Qué pasó, perros. Lo de siempre: écheme una cubita, jefe. Quemada y con ron blanco. Para pasarme el mal trago. ¿Pueden creer que se anduvieron riendo de que dizque no hay 196 artículos? Hijos de su reputísima madre. Si no somos matemáticos para andar haciendo sumas. Salud pues, carnalitos.

–Salud, licenciada. Es lo mismo que le iba a decir al cónsul el otro día. No sé cómo no le puse en su madre. Por ésta que me aguanté para respetar la tradición de la diplomacia mexicana. Pinche mamón. Creen que porque hablan inglés se lo pueden permitir todo.

–Creo que te cayó salsa en la camiseta, hermano.

–¡Chale, otra vez! Ah, no. Es sudor. Hay como bochorno, ¿no? Oigan, no saben el calor allá. Uno tiene que ir en chanclas a trabajar. Por cierto, muy baratas. El equivalente a dos dólares y te juro que son tal cual las Adidas. Pero lo de la salsa me dio hambre. ¡Jefe! Otros dos de barbacoa, con caldo, sin cilantro, y también otra cubita. De brandy, ya sabe...

–Y dos de prensado para mí. Oye, comparte el secreto: ¿cómo haces para llevar las chanclas con calcetines y no resbalarte? Una vez lo hice en unas vacaciones en Tuxpan y me puse un madrazote.

–Yo también tuve un día del carajo, mi Len. Por culpa de una senadora panista que me increpó. Pero me le puse a un centímetro de la cara y le dije: “Es usted una majadera. Me vuelve a decir eso y le rompo la madre”. Si quieren igualdad de género… Se lo dije sin cubrebocas, claro. ¡Jajaja!

–La onda es pegarle unos masquins. No en la suela. Arriba. Para que amarre la calceta. Lo aprendí allá, de los cargadores en los mercados. No veas a los camaraditas. Comen un cuenco de arroz, miden como metro y medio y cargan pacas de cien kilos.

–Oyes, ¿extrañas?

–Sí, menos la comida. No es como la de los cafés de aquí del centro, ¿eh? Nada que ver. Por eso me llevaba mis itacates cada que venía. Ahora que lo comentas, dejé unos tópers en el congelador.

–Oigan, ¿y la Chabela?

–Ya sabes que no la sacas de Turquía. Pero mandó video.

–“Me hubiera encantado ir, pero tuve que poner en su lugar a una pinche empleada, canijos. Un brindis desde acá con mi coñaquito. Ya saben que no puede faltar, como me enseñó mi general. Aquí es la mañana, ¿eh? Esto lo hago porque los extraño. Salud.”

–¿Pueden creer que me volvieron a robar las llantas de la Volvo? Y están carísimas. Voy a ir a un lugar en la Doctores que me recomendaron. Las sacas a mil pesos. A lo mejor hasta te tocan las mismas que te bajaron.

–Pues los voy a tener que dejar, perros. Mi hermano armó una cena con los de la Luz.

–¡Acabas de llegar, compañera!

–Para que aprendan a extrañarme. Pero nos vemos en la semana, ¿no? Como decíamos antes, se lo lavan.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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