Las crisis hacen que la gente deba valerse de sus propios medios y su creatividad para sobrevivir. En Venezuela ocurrió un fenómeno interesante derivado de los enormes problemas económicos que desde hace años azotan a la nación y la necesidad de los venezolanos para generar ingresos: se trata del "gold farming" en el juego en línea RuneScape (2001), que ha emergido como una manera crucial de hacer dinero para varias personas.
RuneScape es un videojuego de rol multijugador masivo en línea (MMORPG) y un inesperado salvavidas económico. Su atractivo radica en su accesibilidad: puede jugarse en computadoras debajo rendimiento, un factor significativo en un país donde el acceso a hardware actualizado es limitado. Además, su mecánica de juego relativamente simple permite que incluso jugadores sin experiencia previa puedan participar. Pero ¿cómo se gana dinero a partir de este videojuego?
El "gold farming", la práctica de acumular oro virtual del juego para venderla por dinero real, aunque técnicamente contra las reglas, se ha convertido en una ocupación de tiempo completo para muchos venezolanos. Frente al bolívar, la moneda nacional, divisa digital de RuneScape ofrece mayor estabilidad. Junior, un jugador de 23 años, relataba que en una buena noche podíaganar entre 7 y 10 dólares, triplicando lo que ganaría en trabajos convencionales en su localidad.
Claro que tampoco es una cuestión fácil. Los jugadores deben estar horas o hasta días completos pegados a sus monitores realizando tareas tediosas, como eliminar al mismo enemigo repetidamente para conseguir la suficiente moneda virtual que puedan intercambiar por dinero real en un mercado controlado por terceros. Los MMORPG son videojuegos que requieren bastante tiempo y muchas personas están más que dispuestas a pagar por el oro para mejorar su personaje.
Un usuario venezolano comentaba que no todos los jugadores son jóvenes; hay varios de alrededor de 50 años que con su tiempo libre buscan maximizar sus ganancias en el videojuego. RuneScape permite generar moneda virtual sin hacer tareas tan complicadas. Sin embargo, este "oficio" no está exento de desafíos. Los gamers venezolanos enfrentan la hostilidad de otros usuarios que los ven como una amenaza para la integridad del juego. Además, deben enfrentarse a las medidas implementadas por los desarrolladores para combatir el "gold farming".
El caso de RuneScape y Venezuela presenta una dimensión de los videojuegos que va más allá de su función de entretener a las personas. En medio de la crisis económica, las y los usuarios venezolanos le encontraron y dieron otro significado a un mundo virtual para así hacerle frente a su propia realidad.
POR IGNACIO ANAYA
COLABORADOR
@Ignaciominj
MAAZ