TRES EN RAYA

¿’Vive la France’?

Hace apenas unas semanas decían que la fiesta en Francia se atrasaría tres semanas; que realmente ocurriría a la par de la inauguración de los Juegos Olímpicos de este 2024

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El 14 de julio es la fiesta de Francia, la conmemoración del nacimiento de la república francesa. La frase “libertad, igualdad y fraternidad”, acuñada en uno de los momentos más sangrientos de la historia, se convirtió en divisa de la humanidad entera; un estado utópico que las sociedades aún persiguen.

Hace apenas unas semanas decían que la fiesta en Francia se atrasaría tres semanas; que realmente ocurriría a la par de la inauguración de los Juegos Olímpicos de este 2024. Hoy, la lectura ya es otra: que ‘Le Quatorze Juillet’ se adelantó una semana. Que ese país se salvó ‘por un pelín de gato’ de tener un gobierno de extrema derecha. Si bien todos los extremos son detestables, el partido de derecha de Le Pen en Francia es preocupante porque además apoya a Putin y a Trump…

Sin embargo, otra cosa que es negativa y que los humanos —no importa de qué latitud— hacemos con frecuencia es echar las campanas al vuelo anticipadamente. Por eso es importante que Francia haga un alto en el camino, tome nota y analice lo que casi fue un triunfo de Marine Le Pen y por lo mismo una fuerte llamada de atención.

La victoria que finalmente consiguió el Frente Popular no es un cheque en blanco; todo lo contrario, si acaso una última oportunidad para la centroizquierda en esa nación. Hay descontento en Francia (como en muchos países europeos); la migración musulmana ha aumentado, acompañada de ataques terroristas que han dejado tan solo en el país galo más de 275 muertos y más de 700 heridos en años recientes (por no hablar de la correlación que existe entre esas diásporas y el crimen y las agresiones sexuales, entre otros males…).

Yo no sé qué les ocurre últimamente a importantes líderes del orbe que se lanzan como ‘El Borras’ a probar su popularidad sin tenerla antes asegurada. Emmanuel Macron sin más disolvió la Asamblea Nacional hace una semana; un suicidio sin tener bien pensadas y bien aseguradas las alianzas con diversas fuerzas políticas para vencer a los extremistas de la derecha (sin caer del otro lado del espectro, en las fauces de los extremistas de la izquierda, esto es).

Aparentemente pensando en eso se construyó el mencionado Frente (el cual incluye a la centroizquierda y a la ultraizquierda (esta última obtuvo el 12% de los escaños en la Asamblea Nacional). El problema es que toda esa coalición no la controla el presidente francés. De hecho, aunque festeja que ganó el triple de los escaños que predecían las encuestas hace 15 días, la realidad es que ni él ni ningún partido tiene los suficientes diputados para gobernar...

Aun con lo anterior, tanto la jugada arriesgada de Macron de pedir las elecciones de la Asamblea Nacional, como el triunfo de Le Pen quince días antes, muestran que los mecanismos de esa República resisten las malas decesiones de un atrabancado. Mecanismos que se sustentan en los ciudadanos, dicho sea de paso.

Algo similar hizo Joe Biden; adelantó un debate y ya sabemos lo mal que eso le resultó…

Por cuanto a quienes consideran que con las mencionadas elecciones galas Le Pen está acabada, dado que no pudo vencer a Macron en su peor momento (baja popularidad), temo informarles que están equivocados. En México tenemos el ejemplo de alguien que continuó compitiendo en cada elección hasta que triunfó.

Dicho de otro modo, igual que la izquierda francesa se ufana de que en 24 horas decidieron armar el Frente Popular, en 48 horas pactaron las candidaturas unitarias en las 577 circunscripciones de toda Francia y en 72 horas ya tenían redactado un programa en común, con la misma celeridad ese tinglado se puede deshacer (encima de que nada de lo anterior fue suficiente para conformar gobierno).

Lo que sucedió esta semana en Francia, así como en el Reino Unido, muestran que la ciudadanía está verdaderamente fastidiada. Hasta ahora pide cambios de manera pacífica —y qué bueno—, pero quién sabe hasta cuándo será así. En ambos países abandonaron a los conservadores. Pero si uno lo piensa, hasta cierto punto es todo lo contrario. ¿O que no en la nueva Asamblea Nacional que está por iniciar en Francia se impulsará un control migratorio más firme, leyes que dicen impulsar la igualdad, pero que no beneficien a los migrantes sobre los ciudadanos? Una agenda muy de izquierdas no será…

Así que ya podrá el presidente Andrés Manuel López Obrador celebrar el triunfo de las izquierdas en las elecciones de Francia, pero lo cierto es que el presidente francés estará por igual a merced de los nacionalistas populistas de derecha que de izquierda.

¿Vive la France? Hace 235 años, la revolución francesa tuvo un impacto en la forma que concebimos ‘el arte’ de gobernar a una sociedad. Me temo que ni estas pasadas elecciones en Francia, ni las leyes y políticas que resulten de ellas, tendrán ni remotamente la misma trascendencia ni en esa nación ni en nuestro hoy convulsionado planeta.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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