COLUMNA INVITADA

El día después de las elecciones

La gran mayoría de las veces no entendemos porqué ganamos, pero sobre todo, no entendemos porqué perdemos

OPINIÓN

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Patricio Morelos / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Quienes se dedican a la política, desde los partidos, los medios de comunicación o la academia, sufren de la cruda post-electoral una vez que pasan las elecciones. 

Durante meses se consumió contenido político mañana, tarde y noche, hasta que de repente, de un día para el otro, todo termina. 

Los que ganan, aseguran que fue por ellos, mientras que los que pierden, buscan culpables. 

La gran mayoría de las veces no entendemos porqué ganamos, pero sobre todo, no entendemos porqué perdemos. 

Y la gran pregunta es, ¿y ahora qué hago? 

Entre el camino de seguir activos con los proyectos, o caer en el mismo problema crónico de los políticos: preocuparse en tres o seis años hasta que vuelva a comenzar el próximo proceso electoral. 

¡Ya gané! ¿ahora que hago? 

Sin duda: investigar. ¿Por qué gané?, ¿fuimos la mejor opción o la menos mala?, ¿la gente votó continuidad o cambio?, ¿cómo voy a mantener el voto de quienes nos eligieron?.

 ¿Cómo puedo conseguir la confianza de quien nos rechazó?, ¿de qué manera puedo cumplir las expectativas de la gente? 

Tener un diagnóstico inicial va a permitir tomar buenas decisiones. 

A partir de ahí, ¿cómo construir el equipo? Esa es una de las tareas más difíciles. 

Muchas veces quienes nos acompañaron en la campaña, no tienen
el perfil para cubrir puestos de gobierno. 

¿Quién puede llevar finanzas, servicios públicos o la gestión de la política interna? 

Ese debería de ser uno de los principales objetivos durante la transición. 

Porque las expectativas se tienen que cumplir rápidamente. 

Esa es la importancia de los primeros 100 días de gobierno: el momento en el que se plasma la marca política del gobierno y el gobernante. 

¿De qué va a tratar el gobierno y su legado?

Todo está en el contraste, en el antes y el después. El ciudadano quiere y necesita mejorar y la única manera de lograrlo es distinguiéndose del antecesor. 

El contraste tiene que ser visible y tangible para que tenga éxito. 

Ahora bien, ¡ya perdí! ¿me voy a mi casa? 

En política, nos preparamos para la victoria, pero muy pocas veces para la derrota. 

Siempre se buscan culpables, puede ser el partido, el candidato, las alianzas, los consultores o la gente. 

Sí, se culpa a la gente de los resultados. 

Lo vimos apenas hace unas semanas aquí en México con candidatos y dirigentes que declararon que “la gente no sabe votar”, “se deja engañar” e incluso, que “perdieron la oportunidad de votar por nosotros”. 

Nadie va a votar por un partido o un candidato que los culpa de los problemas del país. Se tiene que ir más allá para entender las causas de la derrota. 

¿Fue la campaña la que provocó la derrota? ¿hubo un voto de castigo? ¿qué papel jugaron los partidos? 

Así como es necesario entender porqué se ganó, es necesario entender porqué se perdió. 

El tiempo pasa rápido y apenas se empieza a gobernar, comienzan las nuevas elecciones. 

No sólo se trata de criticar al gobierno en turno, sino de construir una alternativa real, con perfiles competitivos y propuestas atractivas. El día después de la elección es cuando se construye la victoria. 

POR PATRICIO MORELOS

PROFESOR DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY Y SOCIO DE POLIGRAMA
@PATOMORELOS

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