REFLEXIONES CONSTITUCIONALES

Una nueva patología recorre el planeta

La historia de la humanidad está plagada de desastres, guerras y calamidades

OPINIÓN

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Alfredo Ríos Camarena / Reflexiones constitucionales / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La historia de la humanidad está plagada de desastres, guerras y calamidades, que han puesto al borde de la desesperanza a miles de millones de personas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el pavor que produjo la bomba atómica y sus efectos terribles en Hiroshima y Nagasaki, obligaron a pensar en una paz duradera. 

La pugna entre el régimen Capitalista y el Socialista —desde el punto de vista militar— se fue dando en diferentes regiones del mundo, como en Vietnam, Corea, Angola y muchos más. Sin embargo, nunca se ha descartado ese fantasma, que hoy renace, lamentablemente, en la guerra de Ucrania y en el Medio Oriente. Al parecer la “Guerra Fría” regresa.

Quizá esto explique la fuga permanente a que recurren cotidianamente las civilizaciones contemporáneas, no sólo en las migraciones masivas —por razones religiosas, políticas y económicas— sino en el flagelo, que significa la utilización de drogas, cada día más al alcance de los jóvenes y también más dañinas y peligrosas. A este fenómeno debe agregarse una nueva patología, que tiene que ver con el desarrollo científico y tecnológico, que nos hace depender física y espiritualmente de los nuevos instrumentos de comunicación.

En efecto, la robótica, la cibernética y la inteligencia artificial, han creado una nueva adicción en millones de seres humanos, que se escapan de la realidad a través de estos instrumentos; pierden su identidad, se identifican con vidas virtuales y se alejan del marco lógico de referencia, del verdadero mundo en el que viven. 

Esta nueva patología la podemos ver a todas horas y en todos los lugares; los niños y los jóvenes ya no juegan, ni hacen deporte, se encierran de manera dramática frente a sus aparatos, en los que se divierten con juegos virtuales, con “amigos” desconocidos y se arriesgan a nuevos retos y peligros.

No sólo es una mutación de la tecnología, sino también del pensamiento lógico, que ha normado —durante siglos— las relaciones sociales. 

Mientras tanto, en el mundo las democracias desaparecen y surgen gobiernos autoritarios, tanto de derecha como de izquierda; parece que el nuevo horizonte ha permitido que se pierda la confianza en el destino y en el futuro. La indiferencia y la apatía son los denominadores comunes.

Estamos obligados a regresar a la realidad y a vivir nuestra propia vida. Más allá del espejismo de un Sistema Neoliberal —que ha capturado nuestras mentes y nuestros objetivos— debemos poner los pies en la tierra, para darle rumbo y destino a nuestras vidas.

Por supuesto, no podemos, ni debemos, condenar a la Ciencia y a la Tecnología, pues son las herramientas más importantes del progreso, lo que condenamos es esta captura de la conducta humana, manejada, manipulada y programada desde los más altos niveles del Capitalismo mundial, para convertirnos en una raza de consumidores, que hagan girar —inexorablemente— la rueda que enriquece a unos cuantos que quieren regir el destino del planeta.

POR ALFREDO RÍOS CAMARENA

CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)

VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA

MAAZ