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La tarea de Harfuch

Con muchas lecturas políticas alrededor, Claudia Sheinbaum presentó a la tercera tanda de su gabinete

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Con muchas lecturas políticas alrededor, Claudia Sheinbaum presentó a la tercera tanda de su gabinete. El anuncio trajo consigo algunas sorpresas y otras certezas, como la de Omar García Harfuch, quien después de ser bajado a la mala de la candidatura por la Jefatura de Gobierno, llegó al Senado y ahora pedirá licencia para ocupar la titularidad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Resulta paradójico el destino de Harfuch: se le “premia” con una dependencia que ya no cuenta con elementos operativos para atender labores de seguridad, impulsándose incluso una reforma que le piensa el control de la Guardia Nacional a la Sedena. ¿qué pensará el superpolicía que tuvo bajo su mando a poco más de 90 mil elementos cuando la seguridad de la Ciudad de México era su responsabilidad?

La tarea que asume Harfuch no es ni de cerca sencilla, con una herencia de más de 180 mil homicidios dolosos, entre los que se contabilizan más de 5 mil feminicidios, además, cifras históricas en delitos como desapariciones y extorsiones. La inercia del terror y la impunidad es la coyuntura que le tocará asumir.

Sin embargo, resulta también alentador la manera en que el próximo secretario ve las cosas. Es consciente que las instituciones policiacas de este país han sido caprichos sexenales, dándoles y quitándoles poder según el momento, por ello no ve problema que la Guardia Nacional pase a la Sedena. Según se ve, la tirada de su nombramiento será la de fortalecer las labores de inteligencia y coordinación, específicamente a través de su Centro Nacional de Inteligencia.

De manera más puntual, ha sido insistente en que las labores de inteligencia de la SSPC tendrán como fin una mayor coordinación y trabajo conjunto con los gobiernos de los estados (que tienen policías cooptadas por el crimen o totalmente desarticuladas), así como una estrecha relación con las secretarías de Defensa, Marina, la Fiscalía General de la República y la Consejería Jurídica de la Presidencia para dar golpes quirúrgicos a la delincuencia.

No es menor señalar un detalle: la próxima presidenta heredará una Guardia Nacional con 130 mil elementos, a los que se pretenden sumar por lo menos 50 mil más, sin embargo, el resultado de esta fuerza es casi nula: apenas 7 detenciones al día.

Para darle contexto a su designación, el llamado “súper policía” obtuvo por su candidatura al Senado de la República, el primer lugar en las preferencias con más de 3 millones de votos, o un 54.3 de las preferencias. Con una votación tan alta y con el arrastre mediático en su figura ¿Por qué ser nombrado para un cargo, que, a ojos de muchos y desde la operación, es casi honorario?

En corto, García Harfuch comentaba el año pasado que no le interesaba asumir una Secretaría sin elementos para operar. Pero tuvo meses para pensar un rediseño que se adaptara a lo que la presidenta electa desea… y el actual presidente también.

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ

COLABORADOR

@CARLOSZUP

MAAZ