LA ENCERRONA

Venezuela unida por la libertad

“El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer” Gabriel Boric

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

En mi entrega anterior sostuve que para Venezuela, estas elecciones significan la esperanza de restaurar la democracia, semilla sembrada por María Corina Machado y abanderada por el diplomático Edmundo González Urrutia. Machado, corriendose al centro y encarando este proceso por la vía electoral le había regresado la ilusión de salir a votar a las y los venezolanos y así fue, la ciudadanía de Venezuela acudió a las urnas en casi 60 por ciento de participación, lo hicieron con la esperanza de que su decisión fuera respetada, cosa que no sucedió y ahora esa ilusión se ha convertido en rabia y desasosiego.

Esto, tras más de seis horas después del cierre de los centros de votación, con “apagón informático” incluído, el Consejo Nacional Electoral (CNE) -el cual es controlado por el gobierno- dio como ganador a Nicolás Maduro con el 51.2 % contra el 44.2 por ciento del abanderado opositor Edmundo González Urrutia, datos que María Corina Machado y otros líderes de oposición salieron a desmentir, mencionando que según sus datos las y los venezolanos votaron 70 % por el añorado cambio. Esta sensación de estafa solo nos recuerda las palabras pronunciadas por el mismo autócrata venezolano “me quedaré en el poder por las buenas o por las malas”. Su palabra fue cumplida por la segunda vía.

Lo único claro de estas elecciones es que a Maduro no le importa, ni tampoco le molesta que los ojos del sistema internacional estuvieron puestos sobre la jornada electoral, en la cual fue más que evidente su opacidad en el conteo de votos y que los resultados falseados salten a la vista del mundo. Incluso podría parecer que lo disfruta. Gabriel Boric fue el primer mandatario que se manifestó poniendo en duda los resultados, le siguió Lacalle, luego Milei, así como los titulares de relaciones exteriores de España, Reino Unido y de la Unión Europea, también el secretario de Estado Antony Blinken.

La respuesta de Maduro fue expulsar de Venezuela a todas las embajadas que no reconocen su “triunfo” (van 7 países). No se podía esperar otra cosa del autócrata.

A la luz de lo ocurrido el domingo, ¿qué sigue para Venezuela? Para el oficialismo aferrarse a sus resultados (llenos de triquiñuelas y opacidad), a sus alianzas con Rusia, China e Irán e imponer una narrativa de que la oposición es una fuerza “golpista capitalista”, es decir, lo que lleva haciendo por más de una década. Para la sociedad y la oposición, sigue mantenerse unida, continuar luchando de manera pacífica por sus derechos políticos, por los derechos humanos, por restaurar la democracia y, sobre todo, no caer en las provocaciones que el gobierno intentará de manera constante. Seguir con la esperanza de volver a tener un país libre. Venezuela unida es más fuerte que cualquier autocracia.

Lo que ocurre en Venezuela, desde hace 25 años, me recuerda la parábola de la rana hervida, y cómo el chavismo fue socavando de apoco al marco institucional, la democracia y a la sociedad venezolana. Sin embargo, la esperanza no puede escampar. Se tiene que exigir el respeto al sufragio, la transparencia en las actas de escrutinio, la voluntad de las personas. La comunidad internacional, líderes de oposición venezolana unidos y la sociedad cohesionada es la única vía para derrocar al autócrata y restablecer la paz, la democracia y la ilusión. Estamos contigo, Venezuela.

POR ADRIANA SARUR 

COLABORADORA 

ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM 

MAAZ