Es probable que esta semana se anuncie quién se ocupará de dirigir a la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el gobierno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum. México es un régimen presidencialista que se apoya en el ejercicio de sus funciones de gobierno a través de veinte secretarías de estado y la SEP es una de las más importantes del gabinete, no sólo por su tamaño, recursos, gobernabilidad del país, sino por su trascendencia para el ejercicio del derecho a aprender de millones de niñas, niños y jóvenes.
La dependencia tiene asignados recursos por más de 439 mil millones de pesos -solo del Ramo 11- lo que representa el 4.8% del Presupuesto de Egresos de la Federación de este año. Una parte significativa de este presupuesto tiene un manejo centralizado por lo que hasta el 35.7% (354 mil millones de pesos) de dichos recursos son distribuidos por las diferentes unidades responsables de la SEP. La entidad es una organización enorme con más de 70 mil empleados, de base y confianza, solo de las oficinas centrales.
Ellos son los encargados de diseñar e implementar los servicios y políticas educativas que más de 2.1 millones de maestros de todos los niveles educativos aplican en las escuelas de todo el país. Esta presencia tiene una relevancia central para el destino de 23.9 millones de estudiantes en educación básica y 5.5 millones en educación media superior.
Existe una enorme responsabilidad en este cargo, pero su naturaleza política parece no ser congruente con la necesidad de construir una visión de largo plazo.
En la última década, a nivel federal y estatal han sido nombrados 212 secretarios de educación. El 22% mujeres y 88% hombres. En promedio duran tan solo 2 años en el cargo. A nivel federal desde el año 2000 hemos tenido 10 secretarios de educación pública, tres mujeres y siete hombres. El promedio de duración en el cargo ha sido de 2.4 años de los 6 años que dura cada gobierno en turno. Destaca el caso de Reyes Támez, el único funcionario de este siglo que permaneció en el cargo durante todo el sexenio del presidente Vicente Fox.
En la administración 2006-2012 hubo tres secretarios, Josefina Vázquez Mota estuvo 2.3 años y renunció para incorporarse a la Cámara de Diputados; Alonso Lujambio duró un poco más, 2.8 años y renunció por motivos de salud y el tercer secretario, José Ángel Córdoba, terminó el sexenio ocho meses después.
En la administración del presidente Enrique Peña Nieto hubo también tres secretarios. Emilio Chuayffet que fue removido por el presidente después de 2.8 años y sustituido por Aurelio Nuño quien 2.3 años después renunció para incorporarse al equipo del candidato priista a la presidencia, José Antonio Meade; Otto Granados fue el encargado de cerrar la administración un año después.
La actual administración no fue diferente ya que la institución tuvo tres responsables. Esteban Moctezuma que estuvo poco más de 2 años y renunció para irse de embajador a Estados Unidos. Delfina Gómez se mantuvo al frente en mismo periodo de tiempo y renunció para contender a la gubernatura del del Estado de México y esperamos que la actual secretaria Leticia Ramírez cierre esta administración el próximo 30 de octubre de 2024.
La SEP debería ser, por la importancia que tiene en el futuro de sus estudiantes y de la propia nación, la Secretaría con mayor continuidad y estabilidad.
Pareciera que es, por el contrario, y en muchos casos, una oportunidad o la sala de espera para ir a otros puestos políticos. Esperamos que esta vez el nuevo o la nueva secretaria se comprometa con la educación y que vea a la escuela como la mayor oportunidad para millones de estudiantes que solo lograrán sus objetivos con un buen sistema educativo.
POR FERNANDO RUIZ RUIZ
Investigador de Mexicanos Primero
EEZ