Se veía venir, pero aun así a los franceses les sorprendió la victoria de la derecha radical (33% de votos) en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias. Queda por ver si en la segunda vuelta de este 7 de julio la Agrupación Nacional de Marine Le Pen logrará la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Si eso ocurre, tendríamos el primer gobierno de derecha radical en este país, aunque limitado por el poder del presidente de la República Francesa y marcado por una difícil cohabitación.
Ahora bien, es un error generalizar lo que ha estado pasando en Europa en materia electoral. El resultado de las elecciones al Parlamento Europeo, en las que ha triunfado la derecha tradicional y ha crecido la derecha radical, ha arrojado una sobre simplificación en muchos análisis que apuntan a que toda Europa se ha volcado hacia la derecha radical. Ni toda Europa es el Parlamento Europeo, ni las elecciones francesas de esta semana validan totalmente esa hipótesis. Si algo estamos observando en estos días es que las fuerzas de izquierda también están ganando lugares importantes tanto en Francia (28% para Nuevo Frente Popular) como en el Reino Unido.
El caso del Reino Unido es particularmente emblemático. Si bien ese país ya no forma parte de la UE, su presencia es fundamental para comprender toda la región. Si todo ocurre como las encuestas han señalado, el Partido Laborista, de izquierda, ganará el próximo 4 de julio en las elecciones, lo que convertirá a Keir Starmer en primer ministro y a Rishi Sunak en el jefe del ejecutivo que finalizó los 14 años de los gobiernos conservadores.
No deja de ser paradójico que triunfen los laboristas, porque la economía británica ha sido bastante resiliente al Brexit, a la pandemia y a la inflación. Sin embargo, el hartazgo ciudadano está jugando un papel relevante, además de una preocupación por problemas no resueltos desde que David Cameron encabezaba al país, como los rezagos en servicios de salud y la migración. Además, los laboristas han elaborado un potente discurso de "estabilidad" ante el persistente "caos" de 3 primeros ministros del Partido Conservador desde las últimas elecciones en 2019, un récord poco común para un período tan corto.
Sobre simplificar a Europa —apuntando que tras las elecciones todo ha girado hacia la derecha radical— constituye un error de apreciación sobre la dinámica de esta región. Lo que ocurre es una mayor fragmentación de los sistemas de partidos políticos, cansancio del electorado por partidos tradicionales, crecimiento de los extremos y gobiernos de coalición con partidos no siempre afines. Es verdad que los grupos de derecha radical han ganado relevancia en varios países, incluidos Francia, Alemania o Portugal, pero su empuje provoca también reordenamientos en otros partidos y genera nuevas alianzas, como en Polonia. Además, hasta ahora los gobiernos que han emergido de esas ideologías, como lo demuestra el caso de Italia, se han moderado y comportado de manera funcional.
POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES
TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA
EEZ