COLUMNA INVITADA

Sheinbaum y Kamala, garantía de progreso regional

La posibilidad de que Kamala Harris se convierta en presidenta de Estados Unidos presenta un paralelo fascinante con la elección de Claudia Sheinbaum, en México

OPINIÓN

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Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En las últimas tres semanas, la contienda electoral por la presidencia de los Estados Unidas ha vivido una vorágine noticiosa inédita.

Donald Trump, contra todos los pronósticos, libró las acusaciones judiciales que enfrentaba y Joe Biden perdió el debate rumbo a la presidencia.

Le siguió el atentado contra el candidato republicano, cuyos motivos aún se desconocen, pero que lo proyectó como seguro ganador. 

Pero la renuncia de Joe Biden, quien antepuso su visión de Estado y depositó la estafeta en la vicepresidenta Kamara Harris, le dio un vuelco a las tendencias y, en 24 horas, la demócrata alcanzó una recaudación récord de 81 mdd y colocó la elección en empate técnico.

En otro impulso a la candidatura de Harris, Estados Unidos anunció la detención, aún incierta si por captura o entrega voluntaria, del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del mítico narcotraficante “El Chapo” Guzmán.  

En este contexto, la posibilidad de que Kamala Harris se convierta en presidenta de Estados Unidos presenta un paralelo fascinante con la elección de Claudia Sheinbaum, en México. 

Ambas representan un cambio en la percepción de las capacidades de las mujeres para liderar naciones. Si bien Sheinbaum ya ha sido electa, la decisión ahora está en los estadounidenses, quienes tienen la oportunidad de elegir una gobernante efectiva y respetuosa de la ley.

La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, expresó su beneplácito por el hecho de que una mujer participe en la contienda por la presidencia de Estados Unidos, pero subrayó su absoluto respeto de la decisión del pueblo estadounidense.

Lo cierto es que Sheinbaum y Harris, son dos mujeres que representan una oportunidad inédita en la política internacional, al compartir similitudes que las han convertido en figuras prominentes de sus respectivas naciones.

Ambas son hijas de migrantes. La mexicana, de un científico judío lituano y una madre mexicana ganadora del Premio Nacional de Ciencias 2023, y la estadounidense, de una madre india y un padre jamaiquino, las dos crecieron en entornos que valoran la educación y la lucha por los derechos civiles.

Sus padres, dedicados a la docencia y la investigación, les inculcaron el valor del conocimiento y el compromiso con la sociedad.

Sheinbaum es científica con un doctorado en ingeniería energética y Harris es abogada con un título de la Universidad de California, y fue destacada fiscal de ese estado y senadora demócrata. 

Ambas provienen de la clase media y sobresalieron como estudiantes escalando altos grados académicos.

La edad también es factor común. Sheinbaum nació en 1962 y Harris en 1964, lo que las sitúa en una generación que ha vivido cambios significativos en el papel de las mujeres en la sociedad. 

Este contexto histórico ha moldeado sus visiones progresistas y su determinación para superar las barreras impuestas por sociedades todavía marcadamente machistas.

En cuanto a sus agendas políticas, tanto Sheinbaum como Harris son promotoras incansables de la justicia social.

Abogan por la igualdad de género, la no discriminación, los derechos de las minorías y la protección del medio ambiente.

Ambas han propuesto medidas para la restricción de armas, argumentando que su control es esencial para reducir la violencia y proteger a los ciudadanos.

Sheinbaum trabajó arduamente para implementar políticas que beneficien a las comunidades más vulnerables en la Ciudad de México, enfocándose en la educación, la salud y la vivienda. 

Harris, por su parte, defiende la reforma judicial y ha luchado por mejorar el acceso a la atención médica y la justicia económica en su país.

Han enfrentado y superado obstáculos significativos, demostrando que la capacidad y el liderazgo no tienen género.

Sus logros son un testimonio de su perseverancia y su compromiso con el bienestar de sus pueblos.

La coincidencia de Harris y Sheinbaum es una oportunidad excepcional para fijar una agenda progresista poderosa en América del Norte, en la que se privilegie la integración regional.

Los mexicanos ya hicieron. Falta ver si los estadounidenses optan por una gobernante sensible que opte por avanzar hacia una sociedad más justa, equilibrada y equitativa. 

Por: Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra, diputado electo Congreso de la CDMX.
X: @vromog

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