PORTAZO

La ridícula desinformación

En pocas palabras: No sé nada, nos pasaron por encima. Ni nos toman en cuenta, ni nos tienen confianza. Eso habría sido sincero

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pocas cosas en la vida suenan tan mal como estas, especialmente cuando la desinformación se exhibe de manera enciclopédica y no suple deficiencias de quien confiesa su pasmo, hasta para enterarse de los hechos:

“…La información y la investigación (sobre la captura de Zambada y Chapito), se está llevando a cabo en Estados Unidos; yo les acabo de dar la información que se tiene en México, ¿sí? O sea, todavía nosotros no tenemos las respuestas de las declaraciones, cuál es exactamente... Aquí les acabamos de mostrar lo que se tiene hasta el momento. Claro que sí hay otra información que se discute en el Gabinete de Seguridad, que no es pública, vamos a esperar la confirmación de todos esos procesos (¿?)”.

Lo anterior lo dijo, sin rubor ni recato la secretaria de Seguridad (y pronto de Gobernación), R.I. Rodríguez, quien al explicar “la información y la investigación se está llevando a cabo en Estados Unidos”, comete varios errores. 

El primero, la información no se lleva a cabo; simplemente se tiene o no se tiene. Y ella no tiene nada. Tampoco su jefe. 

Segundo, la investigación, tampoco se está llevando a cabo en Estados Unidos. Ellos no investigan (a posteriori) sus propios actos. Lo hicieron durante años hasta capturar al Mayo, cosa imposible para nosotros. Scherer lo pilló. El Estado no pudo. ¿O sí?

—¿Cómo reaccionar cuando alguien, desde la cima, dice: 

—“… nosotros no tenemos las respuestas de las declaraciones, cuál es exactamente…(¿?)”.

Para empezar cuáles declaraciones. ¿Quiso decir, no tengo respuesta para las más elementales preguntas? Lo cual se explica en pocas palabras: No sé nada, nos pasaron por encima. Ni nos toman en cuenta,  ni nos tienen confianza. Eso habría sido sincero.

Pero si todo ese paquete en la conferencia de ayer en el Palacio Nacional —cuya excitativa presidencial cotidiana es una insípida convocatoria al ¡Ánimo!—, no fuera suficiente, las cosas ya se salen de madre cuando ante la desinformación se contesta con más dudas, como con la posible extradición:  

“—Todavía no podemos nosotros, solamente estamos diciendo la información que hasta hoy (no) tenemos, certificada, oficial. Nosotros no podemos tener una especulación, ¿sí? La información que se lleva en el Gabinete es seria y se muestra lo que es real…”

 Y tras eso,  la canción de la epopeya por una política puesta en evidencia en toda su mediocre capacidad.

Hemos detenido 80 mil personas. ¿Y? El crimen sigue igual.   

Por eso resulta arduo creer esta oferta:  

“…vamos a seguir trabajando en la pacificación del país todos los días, nunca se deja de trabajar por parte del Gobierno de México”.

Mejor escuchemos a Chico Che. Desafina menos.

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

MAAZ