DESDE AFUERA

¿Kamala Harris? Sí, pero...

Su condición de mujer y de color, puede actuar a su favor y en su contra. Es difícil estimar cuál será la reacción general de los propios demócratas

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La virtual designación de Kamala Harris como candidata presidencial del Partido Demócrata plantea una serie de temas, problemas y un contraste feroz con el partido republicano. La decisión del presidente Joe Biden en abandonar la campaña a tres meses de las elecciones y a 20 días de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, deja poco espacio para que surjan retadores a lo que ya se considera como una segura candidatura, pero mucho dependerá de la propia Harris.
La primera mujer vicepresidenta, de origen indio, es considerada como de izquierda dentro del esquema político estadounidense: una liberal de San Francisco es lo más cerca que los estadounidenses están dispuestos a aceptar al frente de uno de los dos mayores partidos.

Cierto que la izquierda estadounidense se aproxima más bien a la Social democracia, pero también es cierto que el contraste con el derechismo puesto de relieve durante la convención nacional republicana no puede ser mayor.
En términos electorales Harris, una persona de color, probablemente necesitará seleccionar un compañero de fórmula centrista, blanco, de algún estado del medio oeste, preferiblemente del llamado 'cinturón del herrumbre', la vieja región industrial de los Estados Unidos y que ahora se inclina hacia el populismo nacionalista de Trump.

Para hacer más dramático el contraste con los republicanos, mientras Trump eligió a un JD Vance blanco, derechista y un ardiente partidario como compañero de fórmula, Harris representa en gran medida la diversidad humana y cultural de los Estados Unidos en general y los demócratas en particular. Su partido -con todo y su disfuncionalidad- se presenta como una formación política determinada a detener a lo que prácticamente se ha revelado como un culto a la personalidad  de Trump.
Harris ha planteado posturas proteccionistas, aunque no al extremo del partido republicano, se ha manifestado en favor del aborto y de una línea restrictiva dura, pero no necesariamente severa, hacia la migración.

Se le atribuye haber fracasado en el manejo de la frontera y de no haber logrado mucho en sus intentos de acercamiento con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, considerado como esencial para el control de los flujos migratorios desde Centroamérica. También partidaria de una política de severidad hacia el tráfico de drogas, lo que lleva a pensar que esas pudieran ser sus políticas como Presidenta, si llegara a hacerlo.

Su condición de mujer y de color, puede actuar a su favor y en su contra. Es difícil de momento estimar cuál será la reacción general de los propios demócratas, de independientes y centristas frente a su candidatura, pero al mismo tiempo, es el único personaje político nacional que está disponible de inmediato para tratar de unificar a los demócratas y enfrentar al partido republicano. El desafío es enorme, sobre todo en un país tan dividido políticamente como Estados Unidos. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

COLABORADOR 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM   

@CARRENOJOSE1

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