ROSA MEXICANO

Otra vez el COVID

Quizá en unos años se haga costumbre que la gente por iniciativa propia use cubrebocas en espacios cerrados y públicos como medida cautelar, como lo hacen en Japón

OPINIÓN

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Caty Monreal Pérez / Rosa mexicano / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La verdad es que el Covid nunca se fue. Gracias a muchos esfuerzos, se logró uno de los mejores escenarios, que fue tener una normalización de la enfermedad. Hoy, a más de 4 años de haber leído por primera vez el nombre COVID, estamos otra vez más en un repunte de casos. 

Mi intención no es utilizar esta columna para crear terror, porque creo debemos admitir que el Covid ha dejado secuelas de salud tanto física como mental en todos y todas. No obstante, tenemos que seguir hablando del COVID, y de cómo llevamos la salud comunitaria, y en específico, los pendientes que la salud pública tiene con nosotras las mujeres.

En primera, el cubrebocas llegó para quedarse. Independientemente de si se hacen llamados gubernamentales o no, es una práctica importante para el manejo social de las enfermedades. Quizá en unos años se haga costumbre que la gente por iniciativa propia use cubrebocas en espacios cerrados y públicos como medida cautelar, como lo hacen en Japón. 

Segundo, creo que la medicina tiene que, sí o sí, empezar a tener perspectiva de género. Creo que las vacunas contra el COVID fueron y han sido grandes salvadoras de vida, pero es importante hablar además de los efectos secundarios en el impacto diferenciado que han tenido en mujeres. Existen una gran cantidad de observaciones anecdóticas que señalan desde un crecimiento de busto después de la vacuna, hasta cambios en el periodo menstrual. 

A 4 años podemos esperar que se sigan sumando observaciones a cómo nuestros cuerpos reaccionan a la vacuna, y si bien esto es un proceso normal que no demerita el que las vacunas salvan vidas, debe analizarse el impacto para que podamos llevar esta situación. De acuerdo con estudios en Estados Unidos, las mujeres de edad media, las personas sin refuerzo de vacunas y las personas con enfermedades crónicas, tienen mayor propensión a tener covid persistente. Mientras que otros señalan que contagiarse de covid durante el embarazo es también un factor de riesgo. Se cree que 1 de cada 10 mujeres que se contagia de covid durante el embarazo tendrá covid persistente.

Existen muchas dudas todavía sobre cómo es esta nueva etapa “post-pandemia”. Es por eso que es importante que nuestro sistema de salud continue con sus esfuerzos por implementar la perspectiva de género, para que los chequeos, las consultas y la atención primaria puedan atender a las mujeres y personas vulnerables que tengan problemas de covid persistente. Hemos superado la pandemia gracias a un gran esfuerzo de Gobierno y sociedad. Ahora lo que nos toca es ir construyendo qué se hace después.

POR CATY MONREAL PÉREZ
ACTIVISTA

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