Al menos 99 futbolistas han muerto desde el 7 de octubre, entre ellos la estrella local Mohammad Barakat, delantero de 39 años, autor de 114 goles
El martes 9 de julio, mientras las miradas estaban fijas en la semifinal de la Eurocopa 2024 entre Francia y España, un misil israelí caía en la escuela de Al Rawda, al este de Khan Younes, en cuyo patio los palestinos desplazados por los repetidos bombardeos pateaban una pelota.
El sábado, una nueva masacre perpetrada por el Ejército israelí dejó 90 muertos y más de 300 heridos en el campo de Al-Mawassi en Khan Younes, en el sur de la Franja de Gaza.
No sólo las escuelas, junto con sus niños y jóvenes, siguen siendo víctimas de la saña israelí: en las filas del futbol palestino aumenta cotidianamente el número de víctimas, ante la indiferencia de los organismos deportivos internacionales.
Al menos 99 futbolistas han muerto desde el 7 de octubre, entre ellos la estrella local Mohammad Barakat, delantero de 39 años, autor de 114 goles a lo largo de su carrera.
Esta masacre en las filas del deporte palestino no se limita a las fronteras del enclave. Otros tres futbolistas palestinos, Ousama Abou Nahar, Ahmad Tariq Faraj y Nabil Ata Amer, miembros del club Tulkarem, fueron asesinados en la ciudad cisjordana del mismo nombre durante un ataque israelí el 10 de marzo.
A principios de enero, fueron asesinados el entrenador del equipo olímpico de futbol, Hani al-Masdar, y el exdefensa de la selección nacional, Mouyin al-Maghribi.
El vicepresidente de la Federación Palestina de Futbol ha pedido a la FIFA que imponga sanciones a los equipos israelíes y examine la cuestión de los clubes de futbol en los asentamientos judíos de Cisjordania.
La petición ha sido apoyada por seis federaciones miembros de la FIFA, incluida la de Líbano. Este apoyo de la Federación Libanesa de Futbol se produce tras la muerte de Moustafa Gharib, capitán del equipo de fútbol Shabab Baalbeck, asesinado por un ataque aéreo israelí en territorio libanés el 11
de marzo.
Si la prensa internacional ya no se interesa por las muertes cotidianas y abrumadoras de los civiles palestinos, los deportistas de Irlanda también apoyan de diversas maneras y con fervor los derechos humanos y políticos del pueblo
palestino.
Asimismo, jugadores de origen árabe han sufrido sanciones disciplinarias por sus acciones en favor de los palestinos: el exdelantero del Mainz alemán, el jugador holandés de origen marroquí, Anwar el-Ghazi (del club de Renania-Palatinado, en Alemania), el defensor internacional argelino Youcef Atal, expulsado del equipo de la Riviera.
Estos y otros ejemplos ofrecen una ventana a las complejas dinámicas que dan forma a la relación futbol-política, además de arrojar luz sobre cuestiones sociales y estructuras de poder global en el tema palestino. También cuentan la historia de una ideología radical, de extrema derecha, en el corazón del Estado israelí.
POR MARTA TAWIL
INVESTIGADORA DEL COLMEX
PAL