TRES EN RAYA

Reforma fiscal o no reforma fiscal, esa es la cuestión

Y si bien afortunadamente Claudia no es Hamlet, para mal de todos nosotros México no tiene los índices que tiene Dinamarca en salud, en finanzas, en seguridad… Por ello, ponderar reforma fiscal o no reforma fiscal será sin duda importantísima cuestión

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Una copa de vino envenenada, como en la escena final de Hamlet. Eso parece ser el paquete que le está dejando López Obrador a Claudia Sheinbaum. ¿Podrá la presidenta electa evitar beber de esa copa? Por el bien de México, ojalá así sea.

Si bien estamos lejos de alcanzar el nivel de salud pública del país nórdico, por lo visto López Obrador ha decidido cambiar la frase de Hamlet “algo está podrido en Dinamarca” por “algo está podrido en México”. En realidad son muchas cosas, pero centrémonos en dos grandes urgencias que enfrentará Claudia Sheinbaum: abatir la inseguridad y resolver las finanzas públicas que están en aprietos.

Aunque Claudia ya dijo que no llevará a cabo una reforma fiscal, esta parece cada vez más necesaria e inevitable. Y no obstante ser de las pocas cosas que se podría decir que efectivamente es culpa de alguien más, es posible que se resista a hacer lo necesario porque esa reforma fiscal —que no hizo Fox, Calderón, Peña Nieto, pero tampoco López Obrador— es impopular. Ningún presidente quiere inaugurar su mandato cobrando más impuestos.

Sin embargo, los programas sociales —los que le heredan y los que ella inaugura— requieren ser financiados y de las muchas maneras que la 4T ha probado (endeudarse, gastar todos los ahorros del país, ir tras contribuyentes morosos), pareciera que cada vez se ve más orillada a implementar es el aumento de impuestos (¡idealmente también de la base gravable!).

Concluir los elefantes blancos de Andrés Manuel (no le queda de otra) y financiar los nuevos propósitos y despropósitos. Sí, para la obra pública e infraestructura se vale la coinversión (pública y privada), pero hasta el momento solo en las energías renovables se prevé y se establece dicho esquema. Con una interrogante, ¿quién y de qué forma se quiere concretar la inversión en energías renovables en nuestro país?

Pero más importante: después de los cambios realizados a la ley y la incertidumbre jurídica introducida por López Obrador, ¿cuánto costaría financiar las deudas de Pemex y de la CFE? El dato es revelador y tétrico: el 1% del PIB solo para eso. Dinero que sería mejor utilizar en educación, en salud, en formar y capacitar policías; y es que hay ciertas “soberanías” que no benefician a nadie…

Claudia dice que no será necesaria una reforma fiscal; anuncia una reingeniería para eficientar la recaudación de impuestos de la población cautiva y una mejora en aduanas. Ojalá así sea, ¿pero será suficiente? Espero hagan bien sus cálculos. No se ve claro dado el fuerte y profundo déficit fiscal que ya enfrentamos como nación.

Para darnos una idea, es menester apreciar lo siguiente: además de la deuda que ya se tenía, López Obrador endeudó a México a razón de 138 millones de pesos por minuto, 100 mil millones por mes. Esto es igual a 7 Fobaproas en cinco años. Con esto, ¿se tiene mayor margen de endeudamiento?, ¿margen para que los programas sociales no sufran ningún menoscabo? Son preguntas importantes que requieren pronta respuesta.

Y si bien afortunadamente Claudia no es Hamlet, para mal de todos nosotros México no tiene los índices que tiene Dinamarca en salud, en finanzas, en seguridad… Por ello, ponderar reforma fiscal o no reforma fiscal será sin duda importantísima cuestión.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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