COLUMNA INVITADA

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?

El hombre intenta encontrar el sentido que le permita ser quien vino a ser, o sea, encontrar su misión en la vida

OPINIÓN

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María Isabel Romero López / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La historia da cuenta de las búsquedas que los seres humanos hemos realizado al tratar de encontrar las respuestas que contesten lo que somos como persona. A lo largo del camino, el conocimiento fue segmentándose en un intento por comprender adecuadamente cada elemento de la personalidad, lo cual terminó confundiendo en vez de ofrecer respuestas. La persona constituye una unidad, a pesar de tantos especialistas y saberes en torno a ella. 

El hombre siempre se ha hecho preguntas; ha emprendido arduas investigaciones y ha logrado grandes descubrimientos, los cuales lo han llevado a otras preguntas, investigaciones y descubrimientos que han transformado el mundo en algo inimaginable para los primeros hombres que habitaron la Tierra. Recordar el descubrimiento del fuego resulta muy interesante, pues se ha considerado como uno de los hechos —si no “el hecho” —que definió la evolución de la humanidad. 

A pesar de vivir entre cantidades enormes de información, el hombre de hoy se mantiene confundido y agobiado por la falta de respuestas a las preguntas más esenciales: ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿por qué soy así?, ¿para qué necesito esto?  

El hombre aún intenta encontrar el sentido que le permita ser quien vino a ser, o sea, encontrar su misión en la vida. Y esto solo puede hacerlo si se atreve a emprender una investigación, su investigación. Para ello necesita la compañía de otro que le ayude, pues la  colaboración propicia el descubrimiento de la verdad y las propias respuestas. De ahí la expresión “dos cabezas piensan mejor que una”. (En este sentido voy a atreverme a decir que al inicio de la vida esas dos cabezas (Eran mamá-contexto social/bebé) y que hoy día, esas dos cabezas viven y habitan en ti, son tus emociones y tus pensamientos) de ahí la frase en mi libro- Guía de Encuentro Desde tus Raíces, “La fuente está en ti” 

Por lo anterior considero, que eres tú quien requiere y debe determinar cuál es su verdad, pues esa verdad proviene de tus vivencias, de tus experiencias, percepciones, necesidades etc. Encontrar las coincidencias entre lo que piensas y sientes, es una labor que inicia y termina en ti, hazlo buscando lograr reconciliar, si hubiera. -contradicciones entre lo que dices y haces, ya que son estas contradicciones las que posiblemente estén causando incomodidad y desequilibrio en ti o tu circulo de relación.  

Los seres humanos hemos sido traídos a la vida en unidad con ese Otro: nacemos en el centro y con sentido; somos dotados de libertad para elegir y decidir, sin embargo, en el trayecto podemos perdernos, desviarnos o detenernos. Es entonces, que se busca intuitivamente regresar a casa, “encontrarse consigo mismo”, lo que significa reconectarse con sus raíces, para comprender de dónde viene, quien es y hacia dónde va. 

La unidad de la que hablo, la podemos comparar entre el macro y el micro o con la madre y el hijo; y el sentido de esa intuición de la existencia del Otro y su conexión a través del cordón umbilical.

Digamos que el que duda busca y el que busca encuentra. Bajo esta idea los investigadores de todos los tiempos han caminado el campo de la investigación, haciéndolo primero, guiados por la intuición para después ir construyendo el conocimiento y la verdad. 

Como podemos observar en el diagrama anterior, hay tres áreas del desarrollo humano -Es importante considerar que mantenernos por largo tiempo en desequilibrio en alguna de ellas, puede generar la sensación de fracaso, insuficiencia o crisis constante, la cual puede transformarse en apatía, incluso ganas de morir, o bien, en oportunidad de crecimiento. 

Estas y otras preguntas las iremos planteando y contestando paso a paso, acompáñame.

POR MARÍA ISABEL ROMERO LÓPEZ

PSICÓLOGA

PAL