MALOS MODOS

Porno en el Metro

Lo mismo que tantas y tantos, el Doctor Patán vio el video porno que se aventaron Luna Bella

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Lo mismo que tantas y tantos, el Doctor Patán vio el video porno que se aventaron Luna Bella y dos sujetos de género claramente binario y sexualidad heteronormada en el metro chilango. Como casi todo lo que no tiene que ver con la Cuarta Transformación, un cuerno de la abundancia de certezas (igual que al Doctor Doctor Ackerman, a aquí su solo una vez doctor la mañanera le provoca una maravillosa sensación de paz, la paz que da un líder que sabe mantenerlo todo bajo control), a mí lo del video me trae, sobre todo, dudas, titubeos, incertidumbres. Vaya, que no sé bien qué pensar.

Por ejemplo: entiendo que nadie está obligado a ver un trío en vivo… Iba a decir sin agua va, pero, si vieron la escena final, no es una expresión adecuada.

Me refiero a que no está bien que te impongan esos espectáculos, y a que como remate te apliquen sin preguntar un squirting, cosa que, como todo en el sexo, exige un acuerdo entre las partes. O sea, no es algo que necesariamente a uno le guste así, de sorpresa, como confirmarán las personas de los asientos más cercanos, e incluso de los no tan cercanos.

También piensa el Doctor que, equivocadamente o no, las leyes no permiten lo que las abuelas llamaban “exhibiciones impúdicas”, y que las leyes hay que cumplirlas, siempre que nuestro presidente no diga lo contrario. Sin embargo, y aquí la duda, ¿qué sería del porno sin ese subgénero etiquetado como “sex in public places”? Vaya, que hay asimismo consideraciones de orden, digamos, cultural. La balanza; siempre la pinche balanza.

Luego está el tema del policía que aparece en el video, un –nos enteramos– policía de verdad. Digamos que es dudoso, moralmente, que un representante de la ley y el orden aparezca en un trío en el transporte público, y fuera de cualquier duda que es inaceptable que rompa las leyes. Ahora: ¿es un atenuante que lo haya hecho fuera de sus horas de servicio? En ese caso, ¿se anula el atenuante y la cosa se pone agravante por el hecho de que llevara el uniforme de seguridad pública, ese conocido, infalible estimulante erótico?

En fin, los pinches grises, ya les digo. A propósito, el Doctor, siempre atento a las cuestiones de salud, por aquello de la vocación, quiere felicitar al agente. Dudé de que lo fuera realmente, lo digo con todo respeto, porque se le ve no voy a decir que nivel Brad Pitt, pero sin duda mucho más en forma que el –nunca mejor dicho– grueso de sus compañeros de corporación, que no se distinguen por su condición física. Vaya, que está más o menos fit el oficial. O ex oficial, ya no sé.

Otra duda.

Lo que no deja dudas es que difícilmente hay algo tan repugnante como el piso del metro chilango. Vaya, que da asco pisarlo hasta con botas de bombero. Cada quien, pero al Doctor Patán le parece que hay cosas que sí deberían limitarse a la Dark Web.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ