DEFINICIONES

Se acabó: Biden no puede

Se acaban los argumentos para sostener la candidatura de Biden. No sólo está muy disminuido física e intelectualmente, electoralmente es un lastre

OPINIÓN

·
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Uno no parece tener la fortaleza física, el otro no tiene herramientas emocionales. El primero se ve débil y cansado, el segundo fuerte y dispuesto a todo. El actual Presidente no luce apto cognitivamente, el expresidente está impedido moralmente para volver al cargo. El inquilino de la Casa Blanca ya no logra salir airoso de eventos, entrevistas ni debates; el exocupante ha perfeccionado su bullying. Joe Biden tropieza con su propia memoria, Donald Trump, con el rosario de delitos que viene cargando.

El centro del debate en la contienda en Estados Unidos está lejos de lo profundo. No se habla de los grandes temas económicos, comerciales o de las problemáticas migratorias o el tráfico de drogas. El fondo no es tan relevante como la forma.

La elección de noviembre próximo podría ser la más crucial en décadas pero, al mismo tiempo, la más banal. No hay sustancia, todo es superficial. ¿Cómo se ve Biden? ¿Tropezó? ¿Ahora a quién le cambió el nombre? ¿Cuántas lagunas mentales acumula? ¿Está en plenitud para seguir gobernando? ¿Se encuentra en sus cabales? De eso se trata la contienda.

Se acumulan las voces que le piden un poco de sensatez, y hacerse a un lado. El primer debate frente a Trump lo exhibió diezmado y poco lúcido para reelegirse. Lo que ha venido después, no le ayuda. En pleno control de daños se llamó a sí mismo, en una entrevista de radio, “mujer negra”. Ayer, para no ir más lejos, derrapó dos veces en un par de horas en plena reunión de la OTAN, en Washington D.C.

Primero, confundió al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con el ruso Vladimir Putin. Aunque corrigió segundos después, quedó la huella. Una hora después, en una conferencia de prensa en la que buscaba dejar atrás las críticas y señalamientos, y disipar dudas sobre su capacidad mental, tropezó nuevamente y confundió a la vicepresidenta Kamala Harris con Trump.

Se acaban los argumentos para sostener a Biden. No sólo está muy disminuido física e intelectualmente, sino que en términos electorales es un lastre. Ya aparece atrás en todas las encuestas y continúa en caída libre. Difícilmente llegará a agosto próximo a la Convención Demócrata, para ser ungido, con el apoyo de todos los suyos. Las voces críticas en torno a su candidatura crecen. O Biden se hace a un lado, o la propia fuerza de sus incontables traspiés lo harán. Él no puede ganar. No tiene la fuerza ni energía para la batalla que desembocará en la elección de noviembre próximo. Trump se frota las manos para un día de campo. Si los demócratas no consiguen dar un viraje en la trayectoria electoral, se estrellarán con la realidad, que incluirá una derrota estrepitosa, también en el Congreso.

¿Quién puede entrarle al quite? Las encuestas dicen que Michelle Obama, pero ella ha dicho una y otra vez que no. ¿Qué la hará cambiar de opinión?

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM                 

@MLOPEZSANMARTIN

MAAZ