Puesto clave decidió otorgar Claudia Sheinbaum a Lázaro Cárdenas Batel, al nombrarlo el próximo jefe de oficina de la Presidencia de la República.
Aunque todas las carteras del equipo presidencial son importantes por sí mismas, el cargo que ocupará el nieto del general Lázaro Cárdenas será de la mayor relevancia para la próxima administración.
Tendrá a su cargo la coordinación del gabinete legal y ampliado, así como la interlocución directa con todos los actores políticos del país.
A diferencia del papel que jugó como coordinador de asesores del presidente López Obrador, esta vez tendrá una responsabilidad de un nivel muy superior.
Habrá quienes digan que el apellido pesa. Y tienen razón, porque Lázaro forma parte de una dinastía que ha hecho historia en nuestro país.
Pero no hay que perder de vista que el primogénito de Cuauhtémoc Cárdenas tiene una trayectoria política intachable y una carrera en la administración pública propia.
Sobre él y su familia nunca se ha escuchado un escándalo, mucho menos acusaciones por irregularidades en el ejercicio de sus funciones.
Proviene de una familia política muy discreta. Nunca hacen alarde del valor y el legado a nuestro país.
Por el contrario, los Cárdenas son políticos que cuentan con buena imagen pública, por su gestión en los cargos públicos y por sus decisiones políticas.
Lázaro ha sido senador, diputado federal y gobernador de Michoacán.
Acompañó a su padre, desde que en 1988 rompió con el PRI y catapultó al principal movimiento de izquierda en el México contemporáneo.
Con estos antecedentes y su designación en el gabinete, la virtual presidenta electa confirma no solo que es incluyente, sino que la trayectoria, el prestigio y el desempeño en anteriores encomiendas, son fundamentales para quienes la acompañarán en su gobierno.
Y lo dijo ayer en la presentación: Cárdenas Batel la representará en las gestiones y negociaciones que no pueda estar ella personalmente.
Deposita en él toda su confianza para coordinar al gabinete, pero también para tomar decisiones, algo así como una especie de vicepresidente.
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SI NOS ATENEMOS A LA FORMA de actuar del presidente López Obrador, no hay duda de que Luisa María Alcalde será la próxima presidenta nacional de Morena.
Ayer, en su mañanera, le reconoció su trayectoria en el movimiento y el extraordinario papel, dijo, que ha jugado todo el tiempo como dirigente.
Y si AMLO nos vuelve a engañar con la verdad, solo falta la formalidad para que la hoy secretaria de Gobernación tome, formalmente, las riendas del partido guinda.
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DADOS LOS ANTECEDENTES POLÍTICOS de Manlio Fabio, algunos príístas reflexionan en voz alta y advierten que Alito no sabe a qué tipo de adversario se echó encima cuando amagó con expulsarlo del PRI.
El sonorense no se quedará de brazos cruzados, en términos políticos. Porque, si alguien del tricolor sabe construir acuerdos y puentes con Morena es él.
Tiene una estrecha relación con Ricardo Monreal, próximo coordinador del partido guinda en San Lázaro, y con Adán Augusto López, futuro jefe de Morena en el Senado. Con ambos logró acuerdos importantes, en Sonora y otros lugares, sin tener cargo ni posición política alguna.
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EL SECRETARIO DE SEGURIDAD de la CDMX, Pablo Vázquez, ordenó el cese inmediato del policía Jorge Villegas, integrante de las fuerzas especiales, debido a que apareció en numerosos videos de contenido sexual, grabados en el Metro de la capital.
Hace poco tiempo, el uniformado en cuestión fue galardonado por el Gobierno de la CDMX por el “buen” desempeño de sus funciones; el lunes, sancionado por fomentar la mala imagen de la institución; y ayer protestó.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: "La mejor forma de ganar una reputación política es prometer poco y entregar mucho."
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
MAAZ