La futura presidenta de México Claudia Sheinbaum enfrentará un problema popular importante si en estas semanas el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no hace nada: frutas y verduras muy caras, excesivamente caras. El fatídico dato inflacionario para esos alimentos es, a tasa anual, prácticamente 20 por ciento, según el Inegi. Ya habíamos abordado este tema aquí hace días, pero ahora resulta que las cosas se están agravando, y hay quien pronostica que la inflación general volverá a rebasar el umbral de 5 por ciento, como resultado de la inflación en frutas y verduras.
Este es un problema internacional, no exclusivo de México. Ayer Nigeria anunció una serie de medidas para contener la inflación alimentaria, eliminando por seis meses los aranceles a la importación de trigo y otros productos. Por su parte, Cuba anunció el establecimiento de precios máximos —típica estrategia errónea de un régimen comunista—, en alimentos como la pasta, la leche o el pollo.
Hay algunas regiones donde se está registrando una moderación en el crecimiento de los precios de los alimentos, pero eso está ocurriendo después de que ya se habían elevado demasiado. Esto podría implicar que países de renta media y en desarrollo, como el nuestro, estamos registrando un rezago en inflación alimentaria y todavía veremos varios meses de precios al alza. No obstante, hay organizaciones como BravoVoucher que predicen que de aquí al año 2030 la inflación alimentaria se disparará enormemente.
¿Cuál es la solución que Claudia Sheinbaum y su equipo económico conformado por Rogelio Ramírez de la O y Marcelo Ebrard deben tomar? La más sensata solución es anti 4T: dar incentivos para el uso de semillas transgénicas que eleven notoriamente la productividad de las cosechas. Con productos transgénicos se puede aumentar la oferta de manera significativa, porque resisten plagas, malezas y climas adversos. Sin embargo, para ello los defensores de la “Transformación” deberían desechar prejuicios contra las empresas globales que son las que avanzan la ciencia que permite estas soluciones. Veremos si lo hacen. Con el maíz transgénico tuvieron la oportunidad en este sexenio, pero nadie se atrevió. Veremos si en el próximo, so pena de terminar el sexenio en 2030 con productos alimentarios estratosféricamente caros… si no hacen nada.
COPPEL
Potente la estrategia de inversión de Coppel para lo que resta del año. Serán más de $6 mil millones de pesos abocados principalmente a la expansión inmobiliaria, lo que generará 25 mil empleos. Se abrirán cien nuevas tiendas, con enfoque en el sur y en el centro de México. Habrá cinco nuevos centros de distribución. David Coppel y Domingo Soto fueron los artífices de este proyecto que llevará a Coppel a tener mil 900 puntos de venta en 600 ciudades.
POR: CARLOS MOTA
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