DEFINICIONES

Es Claudia

Se repite con demasiada facilidad que López Obrador seguirá gobernando tras bambalinas una vez que abandone Palacio Nacional

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Se repite con demasiada facilidad que el presidente López Obrador seguirá tomando decisiones tras bambalinas una vez que abandone Palacio Nacional. Se afirma que Claudia Sheinbaum estará supeditada a los deseos del expresidente que, ha dicho, se retirará de la vida pública, y vivirá en su Quinta, en Chiapas. Hay quien no concibe que AMLO deje el poder, y le ceda el espacio a la próxima presidenta.

¿Gobernará realmente Sheinbaum? ¿Se involucrará López Obrador en las decisiones del gobierno entrante?

Desde luego que nadie con un poco de sensatez esperaría una ruptura entre ambos en este momento. Mucho menos una que fuera abierta y pública. Pero eso no implica que él y ella no tengan estilos, prioridades y destinos distintos.

El todavía presidente vive el ocaso de su administración. La próxima mandataria apenas verá nacer su sexenio. El sitio desde el que cada uno camina la etapa de transición es muy diferente. Por supuesto que el presidente parece decidido a acotar los márgenes al próximo gobierno.

No solo quiere cuidar su legado, sino trazar una ruta para lo que vendrá. Por eso envió una veintena de iniciativas de reforma a la Constitución en la víspera del arranque de las campañas -el 5 de febrero-, y no deja de presionar con su aprobación a rajatabla -sobre todo de la que toca al Poder Judicial-. También en buena medida, por eso, hiló el pasado fin de semana, tres consecutivos de gira haciéndose acompañar de Sheinbaum.

Pero una cosa es lo que él desea, y otra la que la realidad va dictando. Sheinbaum ha sido cauta y estratégica. No se confronta con el presidente -¿para qué lo haría?-, pero sí toma sus propias decisiones, y en cada una de ellas imprime su sello. Su reuniones con los grandes capitales -nacionales y extranjeros- son muestra de ello; mientras desde Palacio se genera ruido, ella ofrece calma y certidumbre. También los nombramientos de quienes integrarán su gabinete.

López Obrador y Sheinbaum tienen más puntos de coincidencia que diferencias. No es novedad. Forman parte del mismo proyecto. Pero solo uno puede ocupar la silla presidencial. A partir del 1 de octubre el espacio deberá ser para Claudia. Ella no sólo gobernará y tomará las decisiones, sino que tendrá que ecualizar los ánimos dentro de su partido-movimiento.

La primera presidenta lleva un mes haciendo gala de sutileza para enviar mensajes e ir dejando pistas del estilo con el que gobernará: privilegiando la experiencia y mérito, por encima del reparto de cuotas y cuates.

Juan Ramón de la Fuente, Marcelo Ebrard, Julio Berdegué, Rosaura Ruiz, Alicia Barcena, Ernestina Godoy, Pepe Merino, Jesús Esteva, Edna Elena Vega Rangel, Raquel Buenrostro, Luz Elena González, David Kershenobich y Rogelio Ramírez de la O, ya presentados como integrantes del próximo gabinete, dan forma a un equipo de técnicos que dominan las carteras que encabezarán. Todos, parte de un proyecto y en su mayoría más cerca del conocimiento que de la grilla.

Así que más allá de interpretaciones, lecturas adelantadas y deseos, están los hechos. Y no, no parece que será López Obrador quien dicte las decisiones. El 1 de octubre, es Claudia quien lo hará. Porque el poder no se comparte y, ella deberá ser la más interesada en que la legitimidad obtenida en las urnas (casi 36 millones de votos), se traslade también al ejercicio de gobierno.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM               

@MLOPEZSANMARTIN

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