Pasada la jornada electoral resultan clave las primeras 72 horas para observar signos de estabilidad macroeconómica. Hay al menos tres indicadores que habría que monitorear para calibrar el sentir de los mercados sobre el resultado, lo que constituye un primer barómetro de estabilidad (o de preocupación, en su caso).
El primero es el precio del dólar. Lo deseable es que no exista ningún exabrupto surgido desde México para que el rango de los $ 17 pesos por dólar se altere. Es evidente que ese precio es impredecible, pero no le haría bien al país que en estos días observáramos una subida repentina a más de 18 o 19 pesos. Sería algo muy preocupante y reflejaría desconfianza sobre los resultados en estos días.
El segundo indicador es el desempeño del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores. Su nivel actual, de alrededor de 55 mil unidades, tendría que mantenerse o reflejar alguna ligera alza, en concordancia con su tendencia. Cualquier desplome por debajo de los 53 mil puntos podría ser un signo de preocupación inmediata y reflejaría desconfianza sobre el porvenir de la economía nacional.
El tercer indicador son las declaraciones del sector empresarial. Cualquier postura, posicionamiento o llamado a la transición pacífica debe ser leído con atención.
En esta colección de personajes empresariales serán indispensables las posturas de Rolando Vega, del Consejo Mexicano de Negocios; Francisco Cervantes, del Consejo Coordinador Empresarial; Alberto de la Fuente, del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales; José de Jesús Rodríguez Cárdenas, de la Canaco CDMX; Julio Carranza, de la Asociación de Bancos de México; y Carlos García, de la American Chamber México. A esto habría que sumar lo que otros personajes sumamente relevantes de empresas grandes declaren.
Si la cordura reina en los actores políticos en estas 72 horas, entonces la atención deberá migrar hacia el proceso de transición, lo que no será fácil, porque el presidente López Obrador suele gustar de todos los reflectores iluminándole. Y cuatro meses con el presidente manteniendo su perorata matutina será un estorbo para la conformación de un gabinete y la transición en el Congreso.
EVEREST
La aseguradora Everest iniciará operaciones en México luego de obtener el permiso de la Comisión de Seguros. Su director será Jaime Chávez. Su especialización está en reaseguros, seguros patrimoniales y especiales, y sus líneas de negocio serán transporte, responsabilidad civil y propiedades.
AMIIF
El presidente de las empresas farmacéuticas de investigación, la AMIIF, Larry Rubin, no quitará el dedo del renglón para señalar al nuevo gobierno que urge la “digitalización del sistema de salud, agilizando procesos y reduciendo burocracias innecesarias”. Rubin será clave en esa agenda.
POR: CARLOS MOTA
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