COLUMNA INVITADA

PAN: compromisos críticos

Necesitamos ponernos a tono con toda la sociedad y refrendar que somos instrumento, no fin. Por eso nos esmeraremos en buscar la mejor de las versiones del PAN

OPINIÓN

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Jorge Romero Herrera / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ha pasado la jornada electoral del 2 de junio pero el proceso electoral aun continua. Estamos de hecho ante una de las fases más delicadas y definitorias de lo que será la configuración del poder público como resultado del llamado a las urnas. Después de haber enfrentado la elección más inequitativa de la historia de la transición, el Partido Acción Nacional todavía tiene misiones muy relevantes por cumplir. Una de ellas tiene que ver con la insistencia y persistencia en la denuncia de las descomunales ilegalidades que se presentaron desde años antes de la contienda, como en el propio proceso electoral. Esta asignatura es larga y generará una impronta histórica que represente un hito de lo que jamás se deberá repetir. La estrategia en esta ruta deberá incluir el seguimiento de procesos formales tanto a nivel doméstico como en instancias internacionales. Uno de los elementos centrales en dichas quejas será la acreditación de la ominosa e impune intervención del crimen organizado que desde luego genera un interrogante mayúsculo sobre la calidad de la legitimidad del resultado. 

Otra de las tareas a realizar es la profundización en el estudio y análisis de las condiciones del país, antes y después de la elección. Al efecto los órganos estatutarios del Partido han emitido las convocatorias para la conformación de comisiones para la realización de sendos ejercicios: una que realice los diagnósticos pertinentes y las propuestas de corrección y mejora y otra que sea la organizadora de la inminente elección del Comité Ejecutivo Nacional. 

A propósito de hacer una reflexión provechosa sobre el desempeño del Partido en las elecciones, coincido con el expresidente del PAN, Luis Felipe Bravo, quien recientemente ha señalado que es momento de hacer ajustes al discurso panista para y ponerlo en la sintonía de las necesidades de la población, con los muy trascendentes temas de la agenda social. Ahora bien, el reforzar la cara social del PAN solo sería una novedad para los desmemoriados. La impronta solidarista del partido ha sido muy relevante en momentos históricos. Pensadores de la talla de Efraín González Morfin y José Ángel Conchello demostraron cabalmente que el PAN tiene una vocación social muy potente. Considero que es tiempo de encauzarla con mayor vigor y efectividad en una praxis verdaderamente humanista, sin falsificaciones mediatizadoras. 

Una fortaleza del Partido que le ha dotado de resiliencia a lo largo de las décadas es su apego a sus principios de doctrina y sus estatutos. Para los panistas, la ley sí es la ley. Ese desiderátum será una de nuestras guías de actuación en los años por venir. Si bien el día de hoy hay quienes pretenden relativizar la importancia de las normas jurídicas que democráticamente se han emitido, estamos seguros de que la historia habrá de reivindicar, como ha sucedido en muchos países en la historia de la humanidad, la importancia de atender el dictado de la voluntad general hecha norma. 

Por lo anterior, sostengo que a efecto de transitar hacia los nuevos desafíos, el PAN no debe destruir su base normativa esencial. Hacer lo contrario sería una total incongruencia que nos asemejaría a nuestros contrarios en su visión de la ley. No se puede evolucionar arremetiendo contra nuestros baluartes. Quien hoy diga lo contrario simplemente está desplegando un discurso oportunista. El llamado es a cambiar, a abrirnos y a reanimar nuestra presencia en la vida pública. Esto no puede hacerse con sentimientos de hueca revancha. 

Ante un momento de fuerte incertidumbre para el país y el PAN, no debemos olvidar que la historia se mueve por ciclos. En todo caso estamos llamados a cumplir nuestros deberes para defender con toda gallardía y hasta el último aliento, a las instituciones democráticas. Quien crea que en democracias las derrotas son para siempre y las victorias son permanentes, no conoce la historia. 

Yo estoy seguro que el contexto nacional tendrá como bastión de razonabilidad y aplomo al Partido Acción Nacional y sobre todo a su militancia, que ha probado a lo largo de las décadas que su misión existencial es luchar por el bien común. Hoy necesitamos ponernos a tono con toda la sociedad y refrendar que somos instrumento, no fin. Por eso nos esmeraremos en buscar la mejor de las versiones del PAN posible, para transitar con éxito ante aguas populistas, demagógicas y autoritarias. Lo hemos hecho en el pasado y hemos tenido éxito. Lo volveremos a tener. 

POR DIP. JORGE ROMERO HERRERA

COORDINADOR GPPAN Y PDTE. JUCOPO

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