Simpatizar no es lo mismo que mimetizarse. Aun así, nos encontramos en un contexto donde dos grupos pueden unirse y construir una sola fuerza.
La coyuntura vislumbra el potencial de formación de dos partidos: uno proveniente de la Marea Rosa y otro del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Frente Cívico Nacional, una de las seis organizaciones convocantes de la Marea, explorará la posibilidad de crear un nuevo partido político. Por su parte, el PRD está en posición de reformularse luego de la pérdida de su registro nacional.
Dos escenas posibles: dos partidos individuales o la integración en uno mismo.
La convergencia puede ser justificada por las afinidades que comparten. Entre las más evidentes está su aversión al poder y su participación en las marchas rosas, principalmente en la última, cuando la marea anunció su apoyo a la alianza opositora, de la que el PRD era parte.
Otra principal es la lucha en favor de la democracia y rechazo al autoritarismo. La Marea Rosa sucedió como un movimiento ciudadano que defiende el sistema democrático y sus instituciones. Por su lado, parte de lo que impulsó la fundación del PRD en 1989, fue la corriente democrática que se desprendió del Partido Revolucionario Institucional (PRI): un grupo que demandaba que las candidaturas, principalmente la del Ejecutivo Federal, sean designadas de forma plural.
Además, tanto el PRD como el Frente procuran ser espacios de defensa de diversas causas. Desde su gestación, el primero se caracterizó por albergar una vasta representación de movimientos sociales. El segundo, como lo indica su página web, busca sumar esfuerzos de líderes y organizaciones, así actores que han sido ignorados por el poder.
También comparten ciertos personajes. Guadalupe Acosta Naranjo, dirigente del Frente, fue secretario general del PRD de 2005 a 2008 y presidente interino en ese último año. Adicionalmente, el ex presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, declaró que “se pone al servicio de la Marea Rosa”.
Sin embargo, que dos entes tengan coincidencias dista mucho a que se conviertan en la misma cosa.
El PRD es un espacio político de izquierda y el Frente busca ser uno ciudadano alejado de las nociones derecha, centro e izquierda. Más aún, los resultados electorales reflejan la crisis de representación de los partidos de la alianza opositora, principalmente del PRD.
Hay que notar que, aunque el ideal del Frente sea la creación de un partido político “puramente ciudadano”, esto resulta imposible debido al propio significado del sustantivo compuesto, que implica la intención de influir en el poder político.
Aunque haga sentido, toda mimetización implica la pérdida de la identidad individual. En caso de que esto suceda y se forme una sola fuerza política, esperemos que el camuflaje no sea total y, por lo tanto, se vuelvan invisibles.
POR MARLENE MIZRAHI
COLABORADORA
@MARLENEMIZRAHI
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