VIDA LENTA

Comprando sostenible 101

La mejor manera de explicar cómo lograr esto es compartir mi experiencia personal y mi guía

OPINIÓN

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Ariadna Fuentes / Vida lenta / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La mejor manera de explicar cómo lograr esto es compartir mi experiencia personal y mi guía para realizar compras de manera consciente. Podría dedicar un manual completo a cómo comprar de manera más sustentable, pero quiero compartirles algunos consejos básicos para que puedan incorporarlos fácilmente a su rutina.

Primero, identifica tus hábitos de consumo y reflexiona sobre la verdadera razón detrás de cada compra. A menudo, compramos para llenar vacíos emocionales. Personalmente, recuerdo haber comprado 20 prendas en Zara pensando que me harían sentir mejor conmigo misma.

Sin embargo, descubrí que esa sensación de inseguridad y vacío se podía abordar de otras maneras, como terapia, lectura o pasar tiempo con mis amigas. Otro aspecto importante es considerar cuánto usarás el artículo que estás pensando en comprar. Si sólo lo usarás una vez, tal vez podriías considerar pedirlo prestado o incluso rentarlo en lugar de comprarlo.

Si al final decides que realmente necesitas comprar algo, aquí tienes un consejo que me dio una amiga para evitar las compras impulsivas. Visita la página del producto, añade los artículos a tu carrito y luego cierra la página. Espera dos días antes de regresar.

Te aseguro que al menos quitarás 2-3 cosas de esa lista. Muchas veces, las marcas y la mercadotecnia están diseñadas para fomentar las compras impulsivas. El problema con estas compras es que a menudo terminan desechadas sin haber sido usadas lo suficiente para justificar su huella ecológica. O terminas devolviéndolas, lo cual es otra táctica de las empresas para convencerte de comprar impulsivamente en línea.

Lo preocupante de las devoluciones es que muchos de los productos no vuelven a los estantes; los desechan o los revenden a precios súper bajos. Según Fast Company, en Estados Unidos, sólo en 2022, las devoluciones les costaron a las empresas alrededor de $816 mil millones en ventas perdidas.

Pensando en dónde comprar, yo tengo una secuencia. Primero, reviso entre mis conocidos si tienen lo que estoy buscando. Si no lo tienen, entonces empiezo a buscar en tiendas de segunda mano. No solo ropa, también electrónicos, muebles y cosas para bebés. ReCuna es un gran ejemplo; venden cosas para niños y bebés.

Las fundadoras se dieron cuenta de que estos artículos se quedan casi nuevos y puedes darles una segunda o incluso una tercera vida. Cuando no encuentro lo que busco en tiendas de segunda mano, recurro a productos locales. Por ejemplo, en ropa interior, mi marca favorita es Sister Sister. Están hechos en México con algodo´n 100% orgánico.

Así, me ahorro las emisiones del transporte, apoyo la economía local y uso productos hechos con materiales naturales que se biodegradan. Además, puedo rastrear las prácticas y recursos utilizados en su producción.

En caso de no encontrar opciones locales, siempre busco marcas que practiquen comercio justo y ofrezcan al menos dos cualidades de sustentabilidad en su propuesta de valor. Amazon, por ejemplo, tiene la certificación "Climate Pledge". Puedes buscar productos con esta etiqueta, cuyo objetivo es facilitar la identificación de productos con certificaciones verdes. Estas certificaciones son auditadas por empresas externas, lo cual ayuda a evitar el greenwashing.

Últimamente, he comenzado a valorar mucho los principios que una marca representa. He sentido decepción con varias empresas al descubrir que respaldan proyectos o prácticas que contradicen mis valores. He dejado de comprar en tiendas simplemente porque su CEO ha hecho comentarios despectivos, como decir que sus productos son sólo para mujeres delgadas o que su marca no está destinada a mexicanos. Algunos podrían pensar que esta decisión es trivial, pero yo elijo no apoyar con mi energía, exposición y dinero a personas que no valoran mi esfuerzo al comprar sus productos.

Hay muchos certificados y podría dar una clase o escribir un manual completo al respecto. Sin embargo, más allá de esto, me encantaría que simplemente comenzaran con estos pasos sencillos. Reflexionen sobre por qué están comprando ese artículo, investiguen si pueden adquirirlo de segunda mano, y sean conscientes de sus compras impulsivas.

Prioricen las opciones de segunda mano y luego las locales. Además, consideren que el dinero que gastan es el resultado de su esfuerzo y dedicación en el trabajo. Inviértanlo en empresas que valoren ese esfuerzo y que compartan sus valores. Ah y muy importante compren siempre calidad por encima de cantidad, pero eso lo dejamos para el siguiente artículo.

POR ARIADNA FUENTES

COLABORADORA

@ariadnafuug

MAAZ