DESDE AFUERA

Hay héroes y héroes

El 6 de junio de 1944, entre las tropas que desembarcaron en las playas de Normandía o se lanzaron en paracaídas, iban mexicanos

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Cada año, ya hace un par de décadas, mi amigo Miguel Ángel Sánchez de Armas escribe un texto para conmemorar algunas de las hazañas protagonizadas por mexicanos en campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.

El esfuerzo no es sorprendente para alguien que como Sánchez de Armas mantiene viva, contra viento y marea, la memoria de Manuel Buendía, el formidable periodista asesinado en 1985 en lo que sería el primer gran atentado contra un reportero por su trabajo respecto al narcotráfico.

El 6 de junio de 1944, entre las tropas que desembarcaron en las playas de Normandía o se lanzaron en paracaídas, iban mexicanos.

"De las naves de asalto descendieron paisanos nuestros, muchos engrosaron los batallones de paracaidistas y otros estuvieron en las tripulaciones aéreas. Dejaron historias que aguardan ser documentadas, como la del pelotón que se ganó el mote de “diablos azules” en la playa Omaha o la del mexicano que rompió uno de los cercos de fuego nazi en el avance a Monte Cassino", escribió.

"Pero el pasado aniversario, hasta donde se puede documentar, nuestro gobierno no tuvo mayor interés en sumar su respeto a los caídos en aquella jornada. Parece que ya nadie en el poder se indigna con el recuerdo de los muertos de los seis petroleros mexicanos hundidos por submarinos nazis en el Golfo de México, agresión que tuvo como respuesta una declaración de guerra al Eje fascista", agregó.

Y para que no haya gruñidos como los que suele emitir algún sector de la izquierda tradicional, algunos de ellos se jugaron la vida contra los nazis en la Real Fuerza Aérea Canadiense. O después, en el Escuadrón 201, que participó en operaciones de combate en las Filipinas.

No es de extrañar. Después de todo, más recientemente, nadie en el poder parece deseoso de recordar a los por lo menos 16 mexicanos que murieron en las Torres Gemelas de Nueva York. Quizá porque eran personas humildes.

O el más polémico asesinato de Orión Hernández Radoux, apenas en octubre pasado, durante el ataque palestino contra Israel que motivó a su vez el brutal asalto israelí contra Gaza, aún en desarrollo.

De acuerdo con Sánchez de Armas, los sacrificios de algunos de esos héroes, más recordados en pequeños poblados franceses, u holandeses, o en los monumentos canadienses y algunas memorias estadounidenses, pero olvidados en México, no han merecido siquiera mensajeros que pongan ramos de flores o alguna bandera mexicana en sus tumbas o los monumentos.

Hace apenas unos meses la Cancillería estaba concentrada en la búsqueda de los restos de Catarino Erasmo Garza, un periodista y general pe-revolucionario que, tras lanzarse contra el régimen de Porfirio Diaz, debió huir y acabó sus días en Panamá, durante un combate en 1895.

Pero era tan importante para el presidente Andrés Manuel López Obrador que la búsqueda del cadáver, enterrado en fosa común, tomó meses a medio centenar de soldados mexicanos y la frecuente presencia en Panamá de la embajadora en Chile, Beatriz Moreno.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS 

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM                          

@CARRENOJOSE

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