Después de una semana de depreciación del peso, debido a la falta de predicción en la integración mayoritaria del Congreso, permitiendo la incorporación íntegra del proyecto político de la 4T en la Constitución, generó la disminución y salida pronunciada de las inversiones que apostaban al súper peso en el mercado internacional de futuros operados por los Hedge Funds.
Según cálculos preliminares de especialistas, tanto del INE, como de los partidos, la coalición Morena, PT y PVEM ocuparía en conjunto 364 de 500 curules en San Lázaro, rango que les permitiría aprobar reformas constitucionales, así como 83 de 128 escaños en el Senado, a dos de también tener la mayoría calificada (La Jornada, Fabiola Martínez y Jessica Xantomila).
Con la derrota de la oposición, dos Senadores para obtener la mayoría calificada no sería problema, basta con tener presente la historia legislativa para conocer lo sencillo que es brincar de un bando al otro, o que un partido diferente simplemente vote a favor de la mayoría, más ahora frente a un poder consolidado; por lo tanto, es una realidad de facto la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.
En este sentido, una de las iniciativas de reforma constitucional, muy controversial, es la reforma al Poder Judicial, principalmente por la incorporación del sistema de votación de Jueces, o Jueces a la Carta (sin dejar de mencionar un segundo intento de reforma constitucional en materia de energía, tema que nos tiene igualmente enmarañados con EE.UU y Canadá a la luz del T-MEC), donde el Poder Judicial tajantemente la rechaza, al igual que los Hedge Funds, al menos así se hizo sentir y percibir cuando los políticos que expresaron su aprobación este próximo Septiembre, ya con la nueva integración legislativa, todavía no terminaban de hablar, cuando el mercado internacional les respondió con más depreciación del peso, una especie de castigo y lucha de poder, más no un contrapeso.
El puro hecho de imaginar en la depreciación del peso, nos remonta a la crisis del 94, incumplimiento y falta de pago por todos lados, no es un temor menor. Entonces este intercambio de señales y juego de sombras, por parte de los Hedge Funds, produce una alianza frágil, pero coyuntural, de posiciones afines entre el Poder Judicial y los Hedge Funds. El objetivo común es el mismo, la no aprobación de una iniciativa de carácter unilateral, antidemocrática (OEA) y de blindaje.
Ahora bien, es frágil esta alianza porque ambos actores persiguen distintos intereses, aunque hoy exista convergencia. El Poder Judicial es garante de la Constitución y protector del Estado de Derecho. Los Hedge Funds buscan cero pérdidas y altos rendimientos financieros.
La Justicia y el Dinero se encontraron en el camino.
POR MIGUEL ÁNGEL MARMOLEJO
COLABORADOR
EEZ