Claudia Sheinbaum Pardo, no solamente es la primera mujer en convertirse en Presidente de México, también ha logrado la mayor legitimidad de toda la historia con poco menos de 36 millones de sufragios que representan casi un 60% del electorado; pero además, llegará en el momento oportuno para garantizar en un entorno geopolítico belicoso la seguridad energética de México y encabezar la Transición Energética para enfrentar una amenaza que acecha a la humanidad y al planeta: el calentamiento global.
Para ello se ha preparado toda su vida; graduada en la licenciatura de Física, con Maestría y Doctorado en Ingeniería Energética, abordando temas que van desde estudios termodinámicos para lograr una mayor eficiencia y seguridad en las estufas de leñas en comunidades indígenas; investigaciones en energía, medio ambiente y desarrollo sustentable; hasta formar parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que obtuvo en 2007 el Premio Nobel de la Paz.
Por ejemplo, en Sheinbaum Pardo, C. (2008). Análisis y alternativas de política energética nacional. Argumentos (México, DF), 21(58), 11-29, ya planteaba con gran visión la necesidad de una política energética nacional de largo plazo, que promoviera la seguridad energética y la diversificación de las fuentes a través de energías renovables para disminuir los impactos ambientales.
Como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, supo traducir sus investigaciones en políticas públicas con el proyecto Ciudad Solar, planta fotovoltaica de 17.5 Megawatts, que genera 26 millones de Kilowatts-hora, a través de 30 mil paneles solares colocado en 21 hectáreas de los techos de la Central de Abasto, que elimina 11 mil 400 toneladas de CO2 anualmente, dando un paso firme en la transición energética y la lucha contra el cambio climático global.
La futura Presidenta de México, con todo su bagaje acumulado como científica, ambientalista y gobernante ha presentado 100 pasos para la Transformación, donde da a conocer los compromisos de su próximo gobierno en la materia, bajo el título Soberanía Energética para el Desarrollo Sostenible, planteando la aceleración de la transición energética, descarbonizando lo más rápido posible la matriz energética, garantizando la continuidad, suficiencia y confiabilidad del suministro con precios y tarifas asequibles.
En próximas entregas abordaremos cada una de las líneas de acción para alcanzar los objetivos de la política energética esbozada, en esta ocasión nos centraremos en la estrategia que gira en torno a maximizar la penetración de energías renovables y de manera particular sobre la generación distribuida, para lo cual propone: “Fortalecer y modernizar las redes de distribución para facilitar la interconexión a mayor escala de la generación distribuida; ampliar el acceso a soluciones descentralizadas de suministro de energía limpia, a través de un replanteamiento combinado de los límites de generación distribuida y generación exenta, así como la simplificación administrativa para la generación distribuida y el abasto aislado.”
POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
DIPUTADO FEDERAL
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA
DE LA LXV LEGISLATURA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN
WWW.MANUELRODRIGUEZ.MX
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