PORTAZO

Un delincuente en la Casa Blanca

Lo grave es la evidencia de cómo la nación bajo cuya inspiración democrática se extendieron las libertades hasta construir una potencia cultural, política, militar y obviamente económica, hoy puede quedar —por segunda vez—, bajo la autoridad ejecutiva de un zafio patán culpable

OPINIÓN

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Rafael Cardona / Portazo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La sola posibilidad de la nominación definitiva de Donald Trump, como candidato del Partido Republicano es de por sí un agravio a esa Nación. No importa si por los laberintos legales puede ser presidente bajo condena y en lugar de la Biblia utiliza para el juramento constitucional el libro de visitas de la cárcel de Rikers o el reglamento de The Boat, la prisión flotante anclada frente al Bronx

Lo grave es la evidencia de cómo la nación bajo cuya inspiración democrática se extendieron las libertades hasta construir una potencia cultural, política, militar y obviamente económica, hoy puede quedar –por segunda vez--, bajo la autoridad ejecutiva de un zafio patán culpable no de uno sino de 34 cargos criminales, incapaz hasta para mantener contenta a una costosa meretriz insatisfecha.

Cada uno de esos cargos es una pedrada en la cara de la historia.  

Poco vale cualquier argumentación si se analiza fríamente: una buena parte del electorado estadunidense votará orgullosa por un delincuente sin honor y sin talento.

Muy actuales para la vida estadunidense de nuestros días estas palabras de Alexis de Tocqueville en su célebre “La democracia en América”:

“…Lo que más confusión provoca en el espíritu es el uso que se hace de estas palabras: democracia, instituciones democráticas, gobierno democrático. Mientras no se las defina claramente y no se llegue a un entendimiento sobre su definición, se vivirá en una confusión de ideas inextricable, con gran ventaja para los demagogos y los déspotas”

Y en cuanto a la postura del hombre fuerte, del poder centralizado, vale la pena recordar esto:

“…El amor a la tranquilidad pública [...] predispone de manera natural a los ciudadanos a ceder sin cesar nuevos derechos al poder central, o a permitir que éste se los apropie, por ser el único que a sus ojos tiene interés y medios para preservarlos de la anarquía defendiéndose a sí mismo…

“…Es incontestable que el pueblo dirige a menudo muy mal los asuntos públicos; pero el pueblo no podría ocuparse de los asuntos públicos sin que el círculo de sus ideas llegara a extenderse, y sin que se vea salir su espíritu de su rutina ordinaria.

“El hombre del pueblo, que es llamado al gobierno de la sociedad, concibe cierta estima de sí mismo. Como es entonces un poder, unas inteligencias muy esclarecidas se ponen al servicio de la suya. Se dirigen sin cesar a él para constituirse en apoyo suyo y, tratando de engañarlo de mil maneras diferentes, acaban por consagrarlo…”

Leer: “el pueblo dirige a menudo muy mal los asuntos públicos, nos hace ver un espejo al sur de la frontera de Estados Unidos.  

POR RAFAEL CARDONA

COLABORADOR

@CARDONARAFAEL

MAAZ