REFLEXIONES CONSTITUCIONALES

Mañana: ¡Todos a votar!

El 2 de junio tendrán este derecho y obligación 98 millones de mexicanos y, para tal efecto, un millón y medio de ciudadanos llevarán adelante la jornada

OPINIÓN

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Alfredo Ríos Camarena / Reflexiones constitucionales / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La teoría jurídica explica que las leyes imperfectas son aquellas que, aun cuando estén vigentes, carecen de sanción para quienes la infrinjan. Este es el caso del artículo 36 de la Constitución federal que establece las obligaciones de los ciudadanos, entre otras, “votar en las elecciones, las consultas populares y los procesos de revocación de mandato, en los términos que señale la ley”. Este precepto es incumplido permanentemente, lo que no sucede en otros países donde se acreditan diversas formas económicas o burocráticas, para que se cumpla esta obligatoriedad.

Por otra parte, el artículo 35 constitucional considera al voto como un derecho, que  se sustenta como la herramienta más importante al sistema democrático.

El domingo 2 de junio tendrán este derecho y obligación 98 millones de mexicanos y, para tal efecto, un millón y medio de ciudadanos serán los que lleven adelante la jornada comicial. Personas que, por un día, revisarán y dictarán el veredicto en cada una de las más de 170 mil casillas electorales. 

Asimismo, se desplegarán 260 mil servidores públicos en materia de seguridad, para vigilar este acto tan importante para la vida nacional. La esperanza nacional está fincada en que la violencia brutal —que se ha desatado en esta etapa— no aparezca con el siniestro rostro del crimen organizado.

El sufragio se emite más por razones emocionales que racionales. Una gran mayoría decide al final y lo hace en función de la simpatía o afinidad con un partido o candidato, simplemente porque le cae bien, o porque le gustó cómo se viste, o porque escuchó una frase que lo convence. 

También esta decisión se toma por militancia partidista, por razones ideológicas, o bien, por el llamado voto de castigo, que se ejerce en contra de un partido o un gobierno que no es de nuestro agrado. 

Por eso, este extraño periodo de reflexión —en esta veda electoral—, permitirá que la razón y el análisis de los proyectos de nación constituyan el elemento que defina nuestro voto. 

En ocasiones influye la familia o el jefe inmediato, o alguien cercano que apoya a alguno de los candidatos, porque lo conocen y piensa que su vida mejorará. También se realiza por interés, ya sea de los grandes factores económicos o la certeza que brinda un programa social.

Es decir, las variables son infinitas, por eso, las encuestadoras —con su técnica estadística y de ciencia social— en muchas ocasiones son incapaces de reflejar la realidad. 

Esta vez, la polarización es tan grande y tan grave, que enfrenta —de manera absurda— a los simpatizantes de diferentes candidaturas.

México tiene derecho y esperanza de vivir tiempos de tolerancia y solidaridad colectiva; no podemos seguir divididos artificialmente, porque el camino al que conduce esta circunstancia es francamente desastroso.

Dispongámonos a votar con serenidad, con paz y con esperanza. Todos cabemos en esta nación. 

POR ALFREDO RÍOS CAMARENA

CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM

PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)

VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA

MAAZ