En el contexto de un periodo electoral que monopoliza la atención pública, los próximos Juegos Olímpicos en París han quedado —hasta el momento— relegados a un segundo plano en la opinión pública. A menos de 100 días para el inicio de la XXXIII edición de esta magna competencia, poca ha sido la atención que los medios le han dado a la preparación de la delegación deportiva que representará a México en la capital francesa este verano.
En un momento crucial para el deporte nacional, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y su directora, Ana Gabriela Guevara, enfrentan desafíos significativos, mientras luchan por mejorar la imagen institucional mermada por problemas de gestión, falta de transparencia y disputas legales dentro de algunas federaciones a lo largo de todo este sexenio.
La urgencia es evidente: el tiempo apremia y las expectativas aumentan. Una vez concluido el proceso electoral, todas las miradas se dirigirán al desempeño y los resultados de los atletas mexicanos en París; lo cual representa la última gran oportunidad para la Conade, de mejorar la percepción negativa que ha predominado a lo largo de su administración la cual se encuentra a unos meses de concluir.
Sin embargo, resulta injusto señalar a la Conade como la única responsable del desempeño que tendrá nuestro país en la próxima justa olímpica. No nos podemos olvidar del papel trascendental que juega el Comité Olímpico Mexicano. Ante este complejo escenario, la colaboración entre la Conade y el Comité Olímpico Mexicano (COM) adquiere una relevancia especial.
A pesar de las tensiones que hubo a lo largo de los últimos años entre ambas entidades, hace un par de semanas se llevó a cabo una reunión entre ambas instituciones, con la presencia de Ana Gabriela Guevara, Bernardo de la Garza, jefe de misión del COM, y María José Alcalá, presidenta del COM, la cual refleja una voluntad de coordinación en beneficio de los atletas mexicanos, desde las funciones y competencias de cada uno de las dos instituciones.
El COM, consciente de la importancia de respaldar a los deportistas, busca recursos adicionales a través de patrocinios y alianzas estratégicas para asegurar que los atletas mexicanos cuenten con el respaldo necesario para alcanzar sus metas en París 2024.
“El dinero nunca es suficiente”, reconoce María José Alcalá, por lo que siempre se encuentra buscando obtener más fondos y apoyos para nuestros atletas olímpicos. En esta carrera contrarreloj hacia los Juegos Olímpicos, la colaboración entre la Conade, el COM y otros actores clave se presenta como el camino indispensable para superar los obstáculos preparativos y garantizar un papel exitoso del deporte mexicano
Aunque la delegación mexicana ronda actualmente los 70 atletas, se espera un incremento en los próximos meses, con múltiples disciplinas aún con procesos de clasificación abiertos. En este contexto, se vislumbra un desafío adicional: asegurar los recursos necesarios para respaldar plenamente a los deportistas. A pesar de contar con un presupuesto definido para
París 2024, tanto la Conade como el COM buscan ampliar sus esfuerzos para garantizar que los atletas dispongan de todo lo necesario para competir al más alto nivel y poner en alto a nuestra nación.
Sin embargo, persisten las preocupaciones en torno a ciertas disciplinas, especialmente los deportes acuáticos. La falta de avances en la resolución de la batalla judicial que emprendieron la Federación Mexicana de Natación y la Conade ha dejado a los deportistas acuáticos en una situación de incertidumbre y desprotección. Todo parece indicar que el enfrentamiento más representativo de la gestión de Ana Gabriela Guevara es y seguirá siendo contra la Federación Mexicana de Natación.
Con todo esto en juego, las expectativas de superar las medallas anteriormente conseguidas son altas pero desafiantes. A pesar de los retos y obstáculos que enfrentan los atletas mexicanos, como la insuficiencia de recursos y las disputas internas en algunas federaciones deportivas, se espera que la delegación mexicana compita con determinación y espíritu olímpico.
La meta es superar las cuatro medallas obtenidas en la edición anterior y dejar una huella destacada en diversas disciplinas deportivas. Con un enfoque de cooperación y voluntad para conseguir el apoyo adecuado, Ana Gabriel Guevara buscará subirse al podio una vez más pero ahora como responsable de la Conade.
POR FRANCISCO VALLEJO GIL
LICENCIADO EN DERECHO Y EXPERTO EN COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA
@FVALLEJOGIL
MAAZ