MALOS MODOS

El Informe Covid y la política

Circula por ahí la idea de que el informe sobre el Covid que publicó hace unos días una comisión

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Circula por ahí la idea de que el informe sobre el Covid que publicó hace unos días una comisión independiente nació, en cierto sentido, muerto, por un pecado de “politiquería”. Desde su nombre –“Aprender para no morir”–, el informe apunta a darnos herramientas para enfrentar una muy probable nueva pandemia, y que esa pandemia no se convierta en otra masacre como la que dejó el coronavirus en estas tierras: unas 800 mil muertes, 300 mil de las cuales, aproximadamente, podrían haberse evitado con una gestión distinta por parte del gobierno, o los gobiernos.

¿En dónde radica la politiquería? En el timing. Muy oportunamente, dicen con suspicacia unas cuantas voces, el informe fue publicado justo antes de las elecciones. Fatal. Si de lo que se trataba era de discutir a fondo los muchos y muy contundentes datos que se ofrecen ahí, aprender de ellos y enfrentar el siguiente virus infernal con, sí, eficacia, el informe debieron liberarlo, digamos, después de las elecciones, para que no quede ahogado en el remolino de polarización y propaganda de las semanas previas al 2 de junio.

Me parece un argumento muy dudoso. Se me ocurren tres buenas razones para poner el informe en manos de la ciudadanía justo ahora, en las campañas. La primera, que en realidad me robo de Jorge Castañeda, es que este momento es presumiblemente ideal para que un informe de esa naturaleza haga ruido, se visibilice: para que no quede traspapelado, pues, con sus 400 páginas llenas de datos.

La segunda es que hay demasiada buena fe en suponer que pasada la elección, ante un nada improbable triunfo oficialista, el informe iba a ser abrazado  por la administración de Claudia Scheinbaum y, en un llamativo mea culpa, conducido, cosa inédita en la 4T, a fundamentar una estrategia de prevención que vencería sus recelos políticos.

Lo digo porque el informe no elude los antecedentes de un sistema de salud que ya tenía severos problemas, pero evidencia, con datos categóricos, la negligencia terrible no sólo del gobierno federal, sino del chilango. Cuesta imaginarse un war room con expresiones tipo “La neta, sí estuvo mal lo de usar el semáforo para acomodarnos a las exigencias del presidente”, o “No puedo con los remordimientos con lo de la ivermectina”.

Lo que nos lleva a la tercera razón. Es posible que el panel de expertos que hicieron la investigación, todos de una capacidad a toda prueba en sus campos, tenga una agenda electoral incrustada en sus almas. Una agenda partidista.

Nada más que, de manera más o menos evidente, uno puede ponerse en su lugar y entender que la ciudadanía, antes de ir a votar, tiene derecho a saber lo que hicieron con su salud muchos de los políticos incrustados en el segundo piso de la transformación. Es delgada la línea entre la politiquería y los derechos políticos, pues.

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

MAAZ