TINTA Y PAPEL

Contaminación en Monterrey: ¿Responsabilidad compartida?

Nadie se pone de acuerdo en el tema de la contaminación en Nuevo León

OPINIÓN

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Engge Chavarría / Tinta y Papel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Nadie se pone de acuerdo en el tema de la contaminación en Nuevo León, que gobierna Samuel García; una situación que viene afectando a las familias neoleoneses de años atrás y que mientras gobierno, sector privado y sociedad no trabajen en coordinación y armonía, el problema está lejos de resolverse.

Por un lado, el gobierno federal, a través del Presidente Andrés Manuel López Obrador, desresponsabiliza a la Refinería de Pemex en Cadereyta de contaminar a la ciudad de Monterrey, sin embargo, datos del Inventario de Emisiones de la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, indican que esta planta ha emitido más de 51 mil toneladas de contaminantes al año, cifra que supera las emisiones combinadas de las ocho industrias privadas más grandes del estado.

Sin mencionar que el Sistema Integral de Monitoreo Ambiental del estado le atribuye el 94 por ciento de las emisiones de dióxido de azufre (SO2), considerado uno de los gases más tóxicos que el ser humano puede respirar, provocando daños irreversibles para el organismo.

De hecho, los expertos coinciden en algo: el problema es multifactorial, en donde los crecientes proyectos de construcción, un insuficiente sistema de transporte público, la actividad industrial incluyendo el de la refinería, el excesivo uso del automóvil y hasta la situación geográfica y climatología de la entidad, tienen su grado de responsabilidad.

El secretario de Medio Ambiente estatal, Alfonso Martínez Muñoz, ha referido la imperiosa necesidad de involucrar a todas las partes responsables. Todo ello nos indica que la contaminación en Monterrey es un problema complejo que requiere un enfoque integral y la colaboración de todos los actores involucrados.

Es evidente que tanto el gobierno, el sector privado como la sociedad tienen responsabilidades que asumir y acciones que tomar para abordar esta situación. Solo mediante una cooperación coordinada y sostenida se podrán implementar soluciones efectivas que protejan la salud de los ciudadanos y preserven el medio ambiente para las generaciones futuras.

DOS BOCAS, YA FALTA MENOS

Hace 40 años que México no construía una refinería. Sin embargo, junio será el momento de Dos Bocas, me refiero a la nueva refinería Olmeca, la cual prevén comenzará a funcionar en ese mes.

Mucho se habla de los costos y el tiempo en que se echó a andar. Y para acallar rumores sobre ambas cosas, recientemente el director general de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Octavio Romero Oropeza, dio a conocer un comparativo de esta refinería con otras que se han construido en el mundo durante los últimos años, por ejemplo en Kuwait, China, Egipto, Turquía, Indonesia e Irak.

En promedio, dijo que desde el inicio de construcción hasta que comenzaron a producir es de 10 años, mientras que, en cuanto a costos, se puede decir que alrededor de 18 mil millones de dólares, independientemente del número de barriles que procese ya que todas tienen diferente capacidad.

En este espectro, la refinería Olmeca prevé arrancar luego de cinco años de construcción, rondando un costo de 17 mil millones de dólares.

Y es que más allá de lo que se diga sobre la reconversión energética y el incremento de energías limpias, faltan algunas décadas para que esto sea una realidad en el mundo, por lo que aún le queda mucho por dar a los combustibles fósiles y, por ende, apostar por una refinería, pese a las críticas, sigue siendo redituable.

La Olmeca prevé producir 340 mil barriles diarios de combustibles. Su arranque, el cual está a la vuelta de la esquina, nos permitirá saber qué tan cerca estamos de la autosuficiencia energética. Atentos a las próximas semanas.

POR ENGGE I. CHAVARRÍA HERNÁNDEZ

PERIODISTA

TWITTER @Enggechavarria

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