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A lo largo y ancho de Estados Unidos las protestas estudiantiles a favor del grupo terrorista Hamas

OPINIÓN

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Alejandro Echegaray / Campus / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

A lo largo y ancho de Estados Unidos las protestas estudiantiles a favor del grupo terrorista Hamas que gobierna en la franja de Gaza han proliferado. Ya es normal presenciar conversiones masivas al Islam y sesiones de Salat hacia la Kaaba de la Gran Mezquita de La Meca.

Esto hace un par de décadas hubiera sido impensable. Es producto del poco rigor académico que históricamente ha prevalecido en los colleges estadounidenses. De la ingenuidad de las niñas y niños que asisten a las Ivy League y de su necesidad de jugar a la revolución, pero también de victimizarse (nuestros Che Guevaras no habían levantado campamento en la UNAM y ya circulaba en redes una lista de artículos de primera necesidad que hacían falta en los puntos de resistencia antiimperialista).

La nueva ideología insiste en descifrar la existencia a través de diferentes grados de martirización. En la política, analizada a la luz del poder entre diferentes grupos identitarios, los que ganan son los que tienen mayor capacidad para victimizarse. En la coyuntura actual los palestinos tienen mayor calidad como víctimas que los judíos israelíes que, en esta visión del mundo, se han convertido en los nuevos opresores. Este clivaje atraviesa el ethos y se encuentra en el mismo conjunto del putinismo, el trumpismo, el populismo nacionalista obradorista y la xenofobia en contra del reciente fenómeno migratorio en la CDMX.

Los manifestantes pro-Hamas han tomado las universidades y entorpecido el funcionamiento de sus escuelas. Han atacado a estudiantes judíos y organizado cadenas humanas para expulsar a los "sionistas" de los espacios públicos. No buscan ejercer sus derechos de asociación y de expresión. Vemos universitarios con una necesidad brutal de jugar a la revolución.

Una de las características del wokismo es dividir el mundo en opresores y oprimidos. Hoy, lo que sucede en las universidades es reflejo de una visión que clasifica a Israel como el opresor y a Palestina como los oprimidos. Esto ha nublado el juicio de los manifestantes que están imposibilitados para aceptar que sus rallies son antisemitas y que están actuando en contra de la comunidad judía al interior de las instituciones educativas.

Pero este fenómeno puede trastocar los fundamentos liberales en los que se sustenta la democracia americana. Casi el 50% de los estadounidenses de 18 a 29 años creen que Israel está cometiendo genocidio en Gaza. De acuerdo a una encuesta de The Economist / YouGov. Biden en sus esfuerzos por mantenerse en la Casa Blanca ha propuesto condonaciones de deudas estudiantiles: que equivalen a darle a cada estadounidense alrededor de tres mil dólares. No obstante, las manifestaciones pueden costarle la reelección si es que figuras como Bernie Sanders reivindican, desde el partido Demócrata, esta bandera.

La respuesta de la asociación mexicana de exalumnos de la Universidad de Columbia ha sido pusilánime; como misses, piden se restaure la paz mundial. Sin postergarlo más la sociedad de exalumnos debe exigir: la restauración de la normalidad de las actividades académicas, cero tolerancia a cualquier manifestación antisemita y el cese inmediato de la presidenta Minouche Shafik.

POR ALEJANDRO ECHEGARAY

CONSULTOR

@AECHEGARAY1

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