Conocidamente, en 1989, el ayatollah Jomeini sentenció a muerte a Salman Rushdie. Es responsabilidad de todo musulmán, decía aquella fatua lanzada desde Irán, asesinar al infiel que había escrito “Los versos satánicos”, un agravio imperdonable contra la fe.
No menos conocidamente, 33 años después, en una población de Nueva York, cuando daba una plática, como parte de lo que parecía una vida normal recuperada luego de años de protección policial, el novelista sufrió un ataque escalofriante, a cuchillo, a manos de un joven que aseguraba ser un seguidor del ayatollah.
A nada de morir, salvado por la valiente intervención de algunas personas del público, las consecuencias fueron terribles para Rushdie, destacadamente la pérdida de un ojo: la puñalada entró lo suficiente para matar el nervio óptico.
“Cuchillo. Meditaciones de un intento de asesinato”, publicado recientemente en inglés y otros idiomas, incluido el nuestro, es, antes que nada, una memoria de aquel atentado y sus secuelas, y la memoria de un tremendo escritor. Vívido, preciso, nada exaltado y con el regalo añadido de varios momentos de un muy sabroso humor negro, el relato es, en sí mismo, una joya de la crónica. Hay sin embargo en este libro bastante más.
La palabra del título, “meditaciones”, es elocuente. Narrador antes que nada y desde siempre, Rushdie da muestras aquí de un notable vuelo ensayístico. Tiene “Cuchillo”, sí, mucho de ensayo que casi me atrevo a llamar filosófico, alrededor de la muerte, del dolor, del amor (su esposa, Eliza, es casi coprotagonista de la historia), y, particularmente, de la libertad, siempre con un pie en la literatura.
Porque este libro es, también, la respuesta al fanatismo y la violencia imbécil de un hombre al que, aunque nunca lo pidió, le ha tocado ser un símbolo de la defensa de las libertades, y que ha aceptado esa carga con una valentía y una lucidez realmente admirables. Corran a leerlo.
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Va un aviso fraterno para los colegas que son, además, compatriotas y/o vecinos: circula ya la convocatoria para el Premio Primera Novela de este año, que es la cuarta. Es una buena noticia, francamente.
Si publicaste eso, tu primera novela, durante 2023, si la publicaste en México y si eres o mexicano o residente en este país, puedes ganarte 250 mil pesos, en caso de que, es un decir, te lleves la medalla de oro, o 50 mil, si eres uno de los dos que pueden acompañar al ganador en el podio.
Los dos finalistas, pues. Todavía hay tiempo: hasta el 31 de mayo. Convocan Amazon México, la Secretaría de Cultura de Chiapas y la Estrategia Nacional de Lectura. Añadiré nada más que quedas en buenas manos. En el jurado están Alma Delia Murillo, Isabel Zapata y Guillermo Arriaga. A los ganadores los conoceremos en septiembre. Métete a www.primeranovela.com. Que haya suerte.
POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09
MAAZ