COLUMNA INVITADA

¡En pocos minutos, definiremos el futuro!

Pienso en el México que hoy me separa de los años noventa justo en el momento en que la democracia de este país permitió que miles de personas pudieran emitir sus comentarios sin miedo de ser desaparecidos o amenazados, por el gobierno

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Pienso en el México que hoy me separa de los años noventa justo en el momento en que la democracia de este país permitió que miles de personas pudieran emitir sus comentarios sin miedo de ser desaparecidos o amenazados, por el gobierno. De igual forma, me recuerda que, a partir de entonces, entramos a los mercados globales; y nuestro stock de posibilidades aumentó de forma exponencial.

Por ejemplo: en aquella época se comenzó la venta masiva de computadoras. Primero las de escritorio y después las que conoces como “laps”. Quién iba a decir que la libertad, también pasa por construir sobre pensamientos que divergen de los nuestros. Dejamos de lado al “Che” y “Fidel”, con sus revoluciones que evidenciaron una dictadura que hundió a Cuba, y a su pueblo; lo que nos llevó a la reflexión, sobre la verdadera naturaleza de dichos hombres; que primero se consolidaron en un movimiento, que después traicionaron cínicamente.

Entonces, los jóvenes de aquel México, empezaron a tener otros guías e ideales, dejaron de lado aquellas proclamas de revoluciones esotéricas, que nada tenían que ver con la realidad, y se adentraron a mundos que hoy son liderados por otro tipo de ideas y mentores que hablaban de una democracia multidisciplinaria con  instituciones que transparentaran los movimientos gubernamentales, la protección de la ciudadanía de abusos del poder estatal mediante comisiones de derechos humanos, revisiones de la utilización de la industria energética del país y otras tantas más.

En aquel momento, también empezamos a escuchar de los nuevos genios tecnológicos como; Bill Gates, Steve Jobs que entre otros, hicieron realidad aquellos mundos de ficción que relataban George Orwells, o el futurista Alvin Toffler, en sus obras “1984” y “La Tercera Ola”.  y lo tradujeron, en sistemas de desarrollo y comercialización de una amplia gama de software, hardware y servicios de TI; para dar paso a lo que hoy vivimos como presente, lo que fue utilizado de diversas formas en países democráticos de los que no lo eran; así comprendimos que el uso de las herramientas tecnológicas podría ser un peligro en países con políticas autoritarias. 

Mientras el mundo ascendió en el conocimiento y nuevos prototipos tecnológicos, al parecer empezó el nacimiento de la locura, y la sin razón, mediante el surgimiento de figuras amenazantes, y disruptivas que han puesto en peligro la misma existencia del todo. Lo peor, es que las poblaciones han sentido profundamente, el decaimiento social, que se han convencido de argumentos que, en tiempos de reflexión, serían ataques serios a la estabilidad humana.

Así transcurre una incertidumbre y depresión generalizada, que abre frentes de guerra, produce millones de migrantes, separa a familias y amigos e interrumpe agresivamente el progreso en beneficio de todas las personas que habitamos el planeta.

Mientras eso sucede; este año 2024, tendremos la mayor elección en el mundo, ya que 100 países celebrarán comicios de todo tipo. La mitad de ellos serán presidenciales. Para darse una idea; dos países, encabezan la atención, porque de la política que adopten puede preverse el futuro estratégico en la consecución de guerras, la estabilidad económica y logística, las nuevas tendencias laborales y la configuración política general.

Me refiero a Estados Unidos y Rusia, sabiendo que éste último tendrá un nuevo periodo con Putin, pero siendo aún, posible la llegada de Trump, quien junto a Ji Xingping, pueden transformar el mundo a partir de tres ideas fundamentales: la concentración de poder, el control tecnológico del Estado y la limitación de las ideas libertarias. 

Por otro lado, México, también tiene una cita con el destino. Será la elección del día 2 de junio de 2024, de la cual dependen, dos visiones a futuro, opuestas y contrastantes, cosa que resulta preocupante por algunos eventos fundamentales: 

Primero: El crecimiento adaptativo a la tecnología; es indispensable, pero requiere un cambio radical en las políticas que aumenten la seguridad de nuestro país. Segundo: El caudal educativo de calidad, es indispensable tanto para escuelas públicas como privadas a efecto de permitir el desarrollo de infraestructura social, que encamine un proyecto de Nación hacia las fuentes generativas de inversión sostenibles. 

Lo anterior, es el futuro deseable, pero se requiere un trabajo conjunto que acepte las ideas de la mitad que pierda la elección presidencial, ninguno de los proyectos políticos debería incrementar la división, sino fraguar la unión.

Pienso en eso, mientras se comienzan a entregar las boletas electorales en los domicilios de los presidentes de casilla, donde aquellas papeletas representan la moneda al aire, respecto de un futuro que definirá el modo de vida de todo un país.

Te llevará cinco minutos votar; a cambio habrás decidido tu futuro.

POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL
DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

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