MALOS MODOS

Clara, su novio y la futura presidenta

Que la futura Cuarta Presidenta Más Popular del Mundo (CaPaMPDM) no puede ver a la Favorita de Iztapalapa ni en pintura, como quedó demostrado aquella vez en el Zócalo

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Desesperada, a la oposición no le queda más que amarrar navajas. Desde que el pueblo, en voz de los liderazgos de nuestro movimiento, decidió que los destinos de esta ciudad debían quedar en manos de Clara, una favorita del Cuarto Presidente Más Popular del Mundo (CPMPDM), y no del compañero Omar, que era un favorito de la compañera Claudia, lo que no es poco pero aceptemos que no es tanto, los neoliberales se han dedicado a decir que hay divisiones en la Cuarta Transformación de la Vida Pública.

Que la futura Cuarta Presidenta Más Popular del Mundo (CaPaMPDM) no puede ver a la Favorita de Iztapalapa ni en pintura, como quedó demostrado aquella vez en el Zócalo, cuando, dicen, a la hora del abrazo frente a las fuerzas vivas, a la CaPaMPDM se le veía más incómoda que si se hubiera tenido que meter al sauna con su suegro.

Que se siente traicionada, por nuestra Clarita y por otros liderazgos populares, caso de mi Martí, por aquel audio la verdad poco afortunado, y que no se le va a olvidar. Que se están peliaaando, pues, para decirlo de un modo coloquial.

El Doctor Patán estuvo inquieto con esta perspectiva, debo reconocerlo. El ambiente, a simple viste, se dejaba ver medio pesado, y la unidad de nuestro movimiento es más importante que nunca.

Hoy, el Doctor Patán respira con alivio, luego de enterarse de que la administración de nuestra Claudia, cuando sus días chilangos, le adjudicó unos contratos por 650 mil pesos nada menos que al novio de la compañera Clara, que, aparentemente, es una bala en cuestiones ambientales y era por tanto indispensable que, dicen los documentos de transparencia, empezara, pero ya, a “proponer propuestas”.

En realidad, no hay por qué sorprenderse. La 4T, con ese embrujo que tiene para la comunicación, ya había distribuido por la ciudad unos carteles que desmentían rotundamente la insidia neoliberal. Los habrán visto.

Salen los tres, mi Claudia, mi Clara y mi Omar, sonrientes, cariñosos, apretaditos, en una foto como de banda de los años 70 (“Mocedades. Gira del reencuentro”, por decir), cerrando bocas.

¿Qué significa esto? Que en la 4T somos todos amigos. No, no amigos: hermanos. Familia. Que los principios de la fraternidad universal, enunciados por el CPMPDM, rigen cada uno de nuestros actos. Vean sino la velocidad con que a mi Marcelo, el marqués de Ebrard y Casaubón, se le pasó lo frustrado y se puso a tuitear en favor del Segundo Piso de la Transformación, o lo claudista que no tardó en ponerse el doctor Monreal.

En cuanto al novio de mi Clara, solo puedo decirle: bienvenido, hermano.

Con los niveles de contaminación a tope en el Valle de México y las filtraciones de combustible y cloroformo al agua chilanga, tu colaboración, compañero, en una transformación que ya sabemos que también es Verde, va a ser más necesaria que nunca. 

POR JULIO PATÁN

COLABORADOR

@JULIOPATAN09

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