ACCESO LIBRE

Llamado de auxilio de la UNAM

Un alivio representó para las autoridades del Estado de México las conclusiones

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Un alivio representó para las autoridades del Estado de México las conclusiones de la autopsia practicada al estudiante de la FES Acatlán que murió el miércoles en inmediaciones del Colegio de Ciencias y Humanidades Naucalpan. El hecho de que Oscar Yael, según los estudios, haya fallecido por una cardiopatía le quita presión al asunto, pero sin soslayar que esa muerte no debió ocurrir. Los porros no tienen cabida en una sociedad altamente violentada y la cual exige no tolerar más a estos grupos.

Estos porros al interior de la UNAM, tienen una larga historia y han sido de utilidad para desmovilizar, controlar, debilitar y exterminar a los movimientos estudiantiles incómodos para el poder en turno. Se trata de una herencia de lo peor del régimen priista, y ahora hacen irrupción a solo unos días de las elecciones, que no necesitan mucho más para volverse tensas.

Por eso, luego del ataque porril del miércoles en la tarde, alertó que la UNAM denunciara que “el ataque violento de estos grupos que actúan con total impunidad parece no tener otro propósito que el de desestabilizar a esta casa de estudios ante la proximidad de la jornada electoral del 2 de junio”.

Desde noviembre del año pasado, el nuevo rector Leonardo Lomelí Vanegas, advertía de la reactivación de grupos porriles, y solicitaba reunirse con el presidente López Obrador, asegurando que no había fricciones con el ejecutivo federal.

Sin embargo, desde el inicio de la administración lopezobradorista, hay un antagonismo patente, el cual prevalece desde el inicio del sexenio, cuando Enrique Graue era el rector. Desde entonces, la universidad ha sido blanco de ataques desde la mañanera, por no haberse plegado a la 4T.

En medio del ambiente de crispación, la UNAM ha declarado que lo de los porros, es una “práctica recurrente de intereses oscuros que buscan intimidar y sembrar miedo e incertidumbre”, una aseveración que se torna grave cuando unos días antes, el Presidente arremetía contra la Universidad, aseverando que se estaba “derechizando”, y que se había convertido en un refugio para proteger a científicos e intelectuales corruptos.

Lo cierto es que, si bien desde el poder hay un ataque directo en contra de la autonomía universitaria, también hay asuntos pendientes en la UNAM: acoso y hostigamiento sexual sin investigar, salarios ínfimos, paros, dispendio y violencia.

La UNAM supera los 400 mil miembros, con al menos 373 mil 340 alumnos y 42 mil 190 profesores, de los cuales, muchos de ellos, específicamente los de asignatura, el 74 por ciento, ganan entre mil 700 pesos a más de 4 mil pesos. En materia política, la UNAM tiene un peso inconmensurable y es un botín. Por supuesto que hay intereses que buscan tener control de ella.

¿Quiénes son? Ojalá pronto lo sepamos. Por el bien de la institución y su legado.

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ

COLABORADOR

@CARLOSZUP

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