La posibilidad de la reelección para Joe Biden se complica cada vez más. De acuerdo con los sondeos del sitio fivethirtyeight, Trump aventaja al demócrata por un punto porcentual. Es una brecha muy reducida, puedo subir o bajar en los próximos meses y está más que claro que las encuestas suelen fallar. Pero justamente esta diferencia tan mínima entre ambos candidatos y el hecho de que el clima social de Estados Unidos está viviendo importantes brotes de polarización social, le dificulta el escenario al actual presidente que va desde hace tiempo en una carrera cuesta arriba.
La última piedra en el zapato para la reelección del demócrata ocurrió el pasado 30 de abril cuando un grupo de estudiantes tomó las instalaciones del edificio Hamilton Hall de la Universidad de Columbia en Nueva York, una de las instituciones más progresistas de Estados Unidos y que tiene una sólida historia de protesta estudiantil.
La ocupación del edificio es simbólica para el país y para el Partido Demócrata en muchos sentidos. Durante las protestas de 1968 por la Guerra de Vietnam y el racismo, ese mismo edificio fue ocupado meses antes de la Convención Nacional Demócrata que se iba a realizar en Chicago y que terminó en una serie de disturbios y violencia que dilapidó la campaña de Hubert Humphrey, que perdió las elecciones frente a Richard Nixon.
Curioso como la historia suele repetirse de maneras tan caprichosas. No han sido pocos quienes han comparado estos altercados resaltando sus coincidencias. La convención de los demócratas será este año en Chicago, y existen convocatorias de grupos propalestina para realizar manifestaciones en esa ciudad.
Las protestas que hoy están causando caos en cerca de 40 universidades estadounidenses se oponen a la ocupación en Gaza y los estudiantes piden que se detenga el financiamiento que algunas de ellas reciben del Estado de Israel para diversos programas de investigación, algunos de ellos con objetivos militares. Algunas universidades como Columbia han rechazado estas peticiones y otras han mostrado apertura para discutir su financiamiento.
El malestar de los estudiantes ha provocado que muchos institutos cancelen sus ceremonias de graduación por temor a mayores altercados.
El gran dilema para Joe Biden es que no hay forma de que pueda revertir la narrativa en su favor. La mayoría de quienes están protestando en contra de la guerra en Gaza son votantes naturales del Partido Demócrata, y mientras el actual presidente no presione a Israel para que detenga su ofensiva o logre algún acuerdo con Hamás o Irán, lo cual es bastante improbable, dado el escaso instinto político de Biden y su equipo para negociar, esa base de votantes está entredicho.
Si la carrera para la reelección del demócrata era complicada, me parece que si las protestas continúan y elevan el tono, Biden bien podría despedirse de un segundo mandato al frente del despacho oval. Como lo dijo Bernie Sanders en una entrevista para CNN, Gaza podría ser el Vietnam de Joe Biden.
POR JAVIER GARCÍA BEJOS
COLABORADOR
@JGARCIABEJOS
MAAZ